"CUANDO NOS VAMOS, ¿A DÓNDE VAMOS?" - ISABEL RODRÍGUEZ VILA

¿Qué hay después de la vida? ¿Es el morir realmente un despertar? Mucho se ha hablado a lo largo de la historia de estos temas y seguro que en más de una ocasión estas cuestiones han asaltado nuestras cabezas.

De todo ello habla la fotógrafa, enfermera y escritora barcelonesa Isabel Rodríguez Vila en su obra Cuando nos vamos, ¿A dónde vamos? La autora, a través de sus experiencias personales relacionadas con la muerte intenta arrojar luz a un tema que aterroriza a gran parte de la población, pero no por ello evitable ya que, como dijo el filósofo y matemático Blaise Pascal: "La muerte está tan segura de vencer que nos da toda una vida de ventaja".

La autora nos transporta mediante su palabra a distintos hechos y situaciones trágicas que le han ocurrido a lo largo de su vida con los que demostrar al lector que el alma de los muertos sigue viva  y que, abiertos a lo desconocido, es posible sentir esta alma, notarla alrededor, saber que nos protege. 

Ya desde la infancia, Isabel Rodríguez tuvo que vivir fallecimientos, aun sin conocer qué era ni qué estaba ocurriendo. Extrayendo conclusiones de su infantil cabeza, acabó encontrando respuestas a ese lloro teñido de negro de los funerales, a esa caja que atraía todas las miradas, a esas cordiales, y por desgracia hipócritas, palabras de pésame. 

Isabel está segura de esa idea platónica del alma liberada del cuerpo al morir, de ese encuentro de almas en el más allá. Sin basarse en ninguna fe o religión específica, la autora nos marca el camino hacia un sendero de tranquilidad acerca de un tema escabroso y de difícil habla cotidiana. Mediante sus sinceras y sosegadas palabras, aplana un terreno que para muchos es impracticable ya sea por el imperante mal augurio que se asocia a sus términos o por el simple hecho del convencimiento de que cuanto menos se refiera a ello, más lejos se encontrará. 

Como explica la propia autora en su obra: "Con el tiempo, la sociedad ha ido cambiando la forma de entender la muerte. No hace tanto casi todas las personas morían en su casa rodeados por la familia. La hora de morir era sagrada espiritualmente y un momento de trascendente comunión con los que quedaban; hoy la familia participa poco en la muerte de un ser querido a causa de recurrir a la hospitalización, utilizándola como un recurso ante la dificultad de cuidar en casa a un enfermo terminal".

Utilizando las palabras de Ortega y Gasset en su tratado sobre el surrealismo, podríamos decir que vivimos una generación que poco a poco va deshumanizándose. Dejamos a los ancianos que mueran rodeados de tecnología y extraños, sin pensar en la dignidad de su muerte, en sus sentimientos, en que su amor hacia nosotros sigue vigente. 

Isabel Rodríguez Vila nos acerca la muerte en esta interesante obra, desprende de ella todos los tabúes y miedos para únicamente arrojar respeto, cariño y amor. Las personas que más cerca han estado de la muerte coinciden en que la sensación de bienestar es inexplicable, de que la luz es tan cegadora como atrayente, de que se quedarían en aquel lugar. ¿Por qué no recibirla con la misma atracción? ¿Por qué no asumir la muerte como la liberación del alma, como la recompensa tras tantos años de vivir encerrada en nuestros cuerpos? Ya que, tal y como dice la autora, "Vivir la vida asumiendo la propia impermanencia, me hace vivir con mayor intensidad y plenitud". 

Víctor G.
@libresdelectura

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡ MUCHAS GRACIAS! por esta extensa reseña que sin duda ayudará a la difusión y venta del libro, repercutiendo con los beneficios a la ya iniciada construcción del centro de salud de N,Dilate / cantón de Dobo / Chad.
Isabel Rodríguez Vila

Libres de Lectura dijo...

¡Gracias Isabel!

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