Para ti que me lees,
Lo más probable es que no tengas ni idea de quién
soy,
que no me hayas visto en toda tu vida y posiblemente no
vayas a verme nunca.
A pesar
de ello, te estoy escribiendo y dedicando estas letras especialmente a ti.
Yo
tampoco te conozco, no sé quién eres, de dónde vienes ni a dónde vas.
Sin embargo,
mi objetivo es contarte un secreto.
Quiero que te sirvas de algo que hay en mí.
¿Por qué?
No me conoces, no te conozco…
¿Por qué pretendo que te sirvas de mí?
¡Incluso aunque nos conociéramos!
¿De qué me sirve que aprendas o ganes
lo que quiera que sea que vayas a ganar conociendo mi secreto?
El hecho es que me importas.
No te preguntes ni cuánto ni de qué manera, pero sé que
quiero que seas feliz.
...
Lo que vengo a contarte, es algo que está al alcance de
cualquiera.
Tanto tuyo,
como mío,
como de cualquier persona con la que te hayas cruzado
hoy
o cualquiera con la que te vayas a cruzar
mañana.
Lo que vengo a contarte es el motivo por el que soy
feliz ahora mismo,
y el motivo por el que quiero que
seas feliz tú también.
Éste es mi secreto.
Mi secreto es la razón por la que me
preocupo por ti.
Mi secreto es,
que he conseguido,
que cuando logro que me
importes,
cuando logro alegrarme por tu
felicidad,
ya puedo dejar de preocuparme por encontrar la
mía.
Cuando aprendes a ser feliz en base a la felicidad de
los demás,
la cura a tu infelicidad
está tan solo a la distancia entre
tú
y la oportunidad de hacer feliz a
alguien.
El secreto es dejar de centrarte en
el beneficio que vas a obtener tú de lo que des,
y esforzarte por encontrar y ofrecer
el beneficio que puede hallar en ti aquel con quien la vida decida que te
cruces.
Si no me crees, si te suena utópico,
si lo consideras demasiado sencillo para que sea cierto…
te propongo que hagas algo ahora mismo:
Compruébalo.
Tienes la oportunidad de descubrir la manera más
sencilla de ser feliz.
Dedica el próximo minuto a encontrar una manera de hacer
feliz a cualquier persona que elijas.
Y luego…
¡Hazlo!
Por esa persona primero y por ti a la vez.
Alba Villafañe.