POR MÍ Y POR TODOS MIS COMPAÑEROS



Me pregunto en qué momento nos hacemos adultos, en qué momento dejamos de soñar con lo imposible, es poco a poco dicen, así como la fruta madura con el tiempo, pero como en todo proceso ha de haber un punto de no retorno supongo, un momento en el que nos encontremos en el culmen de la montaña rusa, ese jodido instante de antes de caer desde lo alto con la sensación fugaz de que el freno no se accionará y quedarás estampado en el suelo como esos dibujos tan feos de flores que hay en las cortinas de la cocina de la abuela.

Pues yo me pregunto cuál es ese punto, el momento en el que la despreocupación se ve sustituida por la responsabilidad, la diversión por el deber, las ganas por la obligación, el sueño por las vueltas y vueltas y vueltas en la cama, que normalmente tienen que ver con las vueltas y vueltas en la cabeza que le damos a las cosas, en qué momento la 'perreta' se transforma en depresión, la energía en cansancio constante, la capacidad de volar en la imposibilidad de imaginar, en que jodido momento de nuestras vidas nuestro cerebro empieza a aceptar órdenes, todas las cosas que nuestros padres nos decían y negábamos sin rechistar, como ese ‘tápate que hace frío’, ese ‘tienes que ducharte’ o ese ‘no andes descalzo que te vas a poner malo’ en qué puto momento de nuestras vidas perdemos la ilusión de experimentar, las ansias de vivir, para quedar sumidos en ese profundo sueño de lo que está bien, lo que es correcto, lo normal o lo lógico. Lo llaman madurar. Aunque podríamos llamarlo miedo.

Los niños admiran la belleza del mundo que hay a su alrededor, hablo de mayorías, valoran hasta lo más estúpido, no tienen miedo a comprobar si se equivocan, se preguntan el porqué de las cosas y ven la vida desde otra perspectiva, saben seguir adelante, pasan a través de los problemas sin dudar, no se auto compadecen y se paran a llorar su propia muerte, y es que, amigos míos, a los niños los hacemos adultos los demás.

Nadie te va a querer si eres demasiado ‘especial’.

¿Sabéis qué? Que le follen a vuestro libro de conducta, que le den al puto código de lo que está bien y lo que está mal.

Para qué coño hubiera querido yo madurar.

Alba Ferrer.
@dihiftsukai

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