ENTREVISTA CON DIOS


-De usted...de tú...¿Qué trato es preciso que use?

-El que vean tus ojos.

-Mis ojos no pueden ver más que una silla vacía...

-Así es. Pero sí pueden ver todo lo que hay en esta silla vacía. Soy Dios y por tanto soy todo. Absolutamente todo lo que ha existido en este espacio y en este tiempo, y todo lo que aún ha de existir.

-Comprendo. Descartaré tutearle pues no me quedaría nada a gusto para su condición. Dígame, ¿Por qué me ha llamado a mí? Quiero decir, porque me ha elegido a mí y no a otro de entre los millares de mejores y buenos periodistas que existen en la faz del planeta (y ya me dirá usted si también del Universo)?

-Podría haber elegido a varios otros en efecto. Pero te he elegido a ti porque creo y veo representada cierta esperanza para la profesión y para todos los habitantes.

-¿En qué sentido?

-En que posees una juventud tanto física como intelectual, posees una ilusión de las que en esta era escasean y eso creo que es perfecto para lo que quiero transmitir aquí. Gracias a este hambre por crecer con la ilusión como bandera, considero que canalizarás de manera perfecta el mensaje que tengo que transmitiros.

-”Considero”...”Creo”...”Podría”...Me está hablando con palabras que denotan cierta duda. Si usted es Dios, ¡Tiene que saberlo todo!

-Soy Dios pero no perfecto, no te equivoques. No os equivoquéis. Tampoco soy nadie, recordadlo. No soy ningún hombre, ninguna mujer, ningún animal, ninguna figura con barba melenuda blanca y túnica inmaculada como os ha dado por representar. Soy el Todo y la Nada al mismo tiempo. Soy, en efecto, el Creador del Universo, pero eso no lleva inherente la condición de perfecto. Créame, hay un sinfín de situaciones de las que lamento profundamente que estén ligadas a mi creación.

-¿Las guerras? ¿Los asesinatos de cualquier tipo? ¿La muerte de un bebé?

-Por ejemplo.

-Pero si es el Creador, ¿Por qué no deja de crear todas estas situaciones que lamentamos?

-Veo que aún no lo has entendido. Soy el Creador del Universo, así es, pero no soy ningún condicionante del camino que tomará esa creación después. Para decirlo de un modo más didáctico: soy el Creador del minuto 0, pero el resto de minutos que transcurran no dependen de mí. No tengo el poder de destrucción, ni tampoco soy un visionario. Simplemente -y aunque suene tan irónico- soy el Omnipresente, he creado el inicio de todo y os conozco a todos vosotros, pero el mando a distancia para cambiar de canal, cortar de raíz las malas actuaciones o provocar eventos...eso no lo tengo...Ni creo que deba tenerlo pues depende de cada uno de vosotros.

-Nos conoce a todos nosotros... ¿Ese nosotros incluye más que este planeta?

-(Risas) Perdona que me ría, pero a veces me resulta tan gracioso ponerme en vuestra piel y ver que no habéis llegado a tan grandes obviedades...Por supuesto que hay más como vosotros en otros planetas. Muchos vosotros en muchos planetas. Entiendo que podáis dudar y que os queráis sentir tan solos y protagonistas a la vez, pero haced un simple cálculo matemático por favor...

-Lo hemos hecho y cada vez de forma más precisa. Lo lógico era pensar que sí había más vida e inteligente como la nuestra por todo el confín solar, pero eso no aseguraba nada...¿Y qué me dice de los universos paralelos? Usted debe saber si existen o no, cuántos, si estamos presentes en más de una dimensión a la vez.

-Por favor, ¡Qué inocencia! ¡Pues claro que existen! Por la misma lógica física-cuántica. Si incluso os estáis acercando de forma real en los últimos años con tantos y precisos libros sobre la materia. Sabéis de sobras que si caes en lo que os ha dado por llamar “agujero negro”, es decir en un campo donde la fuerza gravitatoria presiona y comprime el espacio-tiempo, es evidente que dentro de ese espacio-tiempo se necesita de otro universo para encajar toda esa dimensión...y así en cadena.

-¿Cuántos hay?

-¿Cuántos de qué?

-¿Cuántos universos paralelos? ¿Cuántas personas como yo existen en los demás universos?

-¿Tú te piensas que yo me paro a contar esas cosas?(Risas) Para mí es una absoluta obviedad y, por tanto, no le doy importancia. Existen muchos, muchísimos. No infinitos porque el término infinito no es real, pero sí que los suficientes como para que jamás podáis contarlos en su totalidad. Y más que se están produciendo a cada segundo...

-No me ha respondido a lo de las personas. ¿Estoy presente yo mismo en esos universos?

-Tú y yo también, ¿Qué te crees? Y todas las personas, animales, plantas y largo etcétera que conoces existen en todas esas otras realidades, en esos nuevos espacio-tiempo. Pero que seamos físicamente réplicas exactas no quiere decir que seamos los mismos, no lo olvides. No lo olvidéis.

-Es decir, que hay otro Dios por allí y otro periodista que aunque sean exactamente igual que nosotros...¿No somos nosotros?

-Así es.

-Le insistiría pero se me está agotando el tiempo y no quiero dejar de preguntarle por la muerte. ¿Con la muerte se acaba todo lo relativo a nuestra conciencia? ¿Dejamos de existir, de sentir...?

¿Lo ves? Soy Dios pero a menudo me olvido en las mantillas en que os encontráis en ciertos puntos. Me atrevería a decir que la muerte es una palabra que incluso carece de sentido. Tal y como vosotros la entendéis, la muerte no existe.

-Por favor, explíquese con más concreción.

-Sois vosotros los que tenéis que alcanzar a entenderlo, porque por mucho que os lo explique yo, no lograréis entenderlo como es debido. Pero si me insistes, lo intentaré ilustrar mediante un llano ejemplo: Ahora os resulta algo monótono poder viajar entre continentes, en apenas unas horas, poder volar de un continente a otro. Hará unos cinco siglos atrás que encontrasteis el nuevo continente.

Por aquel entonces tal porción de tierra os era una auténtica dimensión desconocida, os era algo inimaginable que escapaba a vuestra razón. ¡Y tiempo atrás incluso pensabais que vuestra estrella giraba alrededor de vuestro planeta! Y ahora os reís de tal erróneas creencias ¿Verdad? Pues con la muerte pasa exactamente lo mismo. Es un nuevo continente por descubrir y que descubriréis, es otra obviedad más de la Creación, de la existencia, pero que ahora os resulta una auténtica dimensión desconocida que no alcanzáis a comprender.

-Y cuando comprendamos esa nueva dimensión que es la muerte ¿Será esta para bien o para mal?

-Ni siquiera comprendéis qué es el bien y qué es el mal. ¡Qué palabras tan vacías!

-Se me acaba el tiempo y tendría más de un millón de preguntas por hacerle y no sé si tendré otra oportunidad de poder hacérselas en una próxima ocasión. Pero usted me llamó por algo, para transmitir un mensaje. ¿Cuál era?

-Claro, te he llamado para transmitirte un mensaje...pero es que ya lo he transmitido en el transcurso de nuestra entrevista. Tú sugieres el mensaje con tus preguntas. Quería transmitiros que estoy aquí, como te he demostrado; pero que esta existencia comprobada en nuestra charla no ha de serviros más que para seguir avanzando en vuestra especie, en vuestra unión hacia el presente y el futuro. Utilizad las distintas religiones de las que os servís si os hace falta...Al fin y al cabo creer en mi existencia también es otra religión, otro ejercicio de fe, que no me molesta en absoluto y que considero imprescindible para vuestra evolución. Seguid con las mismas herramientas que habéis llevado hasta ahora...No os puedo prohibir absolutamente nada como ya te he comentado...Si queréis asesinar, adelante; si queréis cargaros de conciencia e injusticia, yo no soy nadie ni debo acabar con tales prácticas. Tan sólo existe un camino que pueda de verdad liberaros de esa carga: daros cuenta por vosotros mismos. Todos. Sin excepción alguna. Será entonces cuando os llenen otras cargas vinculadas a la ilusión y a la esperanza, a la pasión de la que os serví por vuestra sangre y al entendimiento mutuo entre especies y hábitats.

-Por favor antes de terminar. ¿No me puede dar siquiera algún tipo de información más concreta, alguna pista con la que podamos armarnos de esperanza, en lo relativo a la existencia de otros mundos en nuestro propio Universo?

-Está bien. Te diré tan sólo el nombre de uno de esos planetas en los que conviven seres muy similares a vosotros: La Tierra.

Daniel Arrébola.
@dani3arrebola
@apetececine

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
;