BANG. ESTÁS MUERTO


Como una explosión de color, rojo, azul, morado, y al fondo chispas de color amarillo naranja y blanco, como una explosión de sonido, música de todos los estilos sonando a la vez en mis oídos, electro, metal, indie, y de fondo trazas de reggae y piano, como un vídeo a cámara lenta, poco a poco, con todos los detalles, activando todos mis sentidos, como una brisa oceánica rozándome la mejilla aún sonrojada, como un pitido en el oído a causa de una granada, como un momento que se funde en el siempre, como el olor a mi suavizante preferido, cálido, como la sensación de estar en casa de nuevo tras mucho tiempo, como el aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno, como el sediento que se cruza de pronto con un río, como la pluma de una paloma en el suelo de un parque desconocido, como el revoloteo de una mariposa en primavera cuando aún el frío resiste pero las flores se preparan para nacer, como unos calcetines secos tras chapotear bajo la lluvia, como una sombrilla el día de playa más soleado, como cuando una casa te cobija del viento. Todo eso sentí, y eso que sólo me tocó la pierna.

Como un pinchazo en el estómago con una aguja de crochet, como un disparo que hace eco e impacta en un cuerpo rígido debido al pánico, como el dolor que sientes cuando te agarras a un muro demasiado alto con una sola mano para no caer, como el susurro de la noche oscura, como el temor a lo que se desconoce, como el sonido de unos pasos que te siguen, como el agua helada llegándote al cuello, entumeciendo tu cuerpo poco a poco, hasta que no te puedes mover, como la sensación de asfixia, como una borrachera que te sienta mal, como el sonido de los cuervos sobrevolando una presa, como el sonido que hace un animal justo antes de morir, como un peso de cien kilos sobre el pecho, como el susto que te para el corazón, como el escalofrío que te recorre aún cuando hace calor, como el silbido de un proyectil antes de impactar, como el pitido de los oídos tras la explosión de una granada, como alzar las manos para aferrar la vida que se escapa, como apretar el puño antes de golpear la nada, como cuando entra una nueva bala en la recámara, como un suspiro en la noche cerrada, como un abrazo muerto o una sonrisa congelada, y eso que sólo me destrozó el corazón. 

Alba Ferrer.
@dihiftsukai

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