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OTOÑO


Ya estás aquí, con tu sonrisa trémula y tu mirada somnolienta. Aunque apenas noto tu presencia, ya que aún sigues abrazado al príncipe de las fiestas, al dios del mar y de la arena que con su cuerpo cálido y bronceado se niega a soltarte. 

No quiere que aún desates toda tu ira, esa que tiñe primero el campo de ocre y pardo y que luego arranca sin piedad lo que la madre naturaleza hizo brotar y florecer con tanto mimo, para dejar paso a tu regente, ese al que a veces imitas en fechas y lugares que no te corresponden.

Anhelo tus lágrimas, esas que bañan con tímida fuerza todo lo que tocan y que arrastran el polvo y el calor de tu predecesor. Deseo el soplo de tu aliento, ese aliento templado al principio pero que con el paso de los días se vuelve más frío y cruel. Quiero verte aparecer ante mis ojos, sentirte en mis entrañas para encerrarme en un nido de incienso, café, manta y libro, mientras veo como meces mi jardín, como oscureces el cielo, ocultándole a mis ojos el astro rey para dejar atrás las locuras del calor, el sudor que lamía mi piel y las horas interminables de luz que invitaban a la vida y me alejaban de la cama. 

Necesito verte ya, te necesito a mí alrededor. Necesito tu melancolía y soledad. Necesito esas mañanas frescas que te acompañan, en las que el amanecer es un canto a mis sentidos; esas tardes de mil colores, con olor a tierra mojada, con el tintinear de las hojas acariciando mis oídos y en las que cierro los ojos para respirarte, para vivirte. Necesito tus frutos, esos que con tanto cariño llenas con tu néctar y son manjares de dioses para el paladar de los mortales. 

No te hagas de rogar más y vístete de lo que eres, no quieras aparentar. Yo te quiero así: impetuoso, impredecible, volátil… Ven y acompáñame hasta que el hielo y la nieve te derroquen, hasta que no quede ni rastro de ti. Mientras, aprovechemos bien el tiempo y aparece ya. Golpea mi ventana, mi puerta… te prometo que te dejaré entrar. 

María Nieves Fernández.
@Marynfc


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LOS PERFECTOS AMANTES


Lo que más me asombra de todo es la perfecta existencia de los amantes. Son ellos los que no me permiten que el mundo se derrumbe y que el corazón deje de latir. No hablo de relaciones ni de límites, hablo de la excelencia de los amantes. Los que a pesar de existir millones y millones de personas en esta tierra se eligen el uno al otro para compartir momentos efímeros, de los que se esfuman, de los que se besan como si no hubiesen mañana y de los que no se definen a ellos mismos dejando que sea la ruleta rusa de la vida quien lo haga. Hablo de esos amantes, de los que se buscan en la noche olvidando a todas las personas que los rodean, de los que se funden en uno y dejan de lado el mundo de las reglas, de los que sienten y viven cualquier situación, de los que se devoran con la mirada en cualquier cafetería y de los que se aceleraran con solo verse. Al fin y al cabo, eso es lo que nos hace sentir vivos y humanos. Eso es lo real, el alejarse de los celos y de las limitaciones, de las negaciones, de los amores tóxicos y los que no te permiten ser tú mismo. ¿Quién puede negarse a algo así? Nadie y quien lo hace, son aquellos que se ponen límites, los que no se dejan llevar por el qué dirán y por la tozudez de definir todo lo que nos rodea. Al fin y al cabo, eso es lo especial de la vida; el mirar a alguien a los ojos y el saber que solo por un momento, sois del uno y del otro, de nadie más.

Blanca de Paco.
@blancadepaco
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QUÉ DECIRTE


Me cuesta encontrar una definición para todo esto. Siempre se me ha dado bien ponerle nombre a las cosas que me pasan; pero contigo, todo es diferente. Cada beso, cada abrazo, cada mirada y cada entrelazamiento de cuerpo. Siempre es diferente. Y me encanta que sea así porque eso desemboca a un querer verte a todas horas, a seguir descubriéndote y seguir descubriéndome a mi misma contigo. Me cuesta mirarte y poder decirte todo lo que siento y empiezo a pensar que es porque estás demasiado dentro. En un sitio de mi alma que mi boca no entiende. Lo nuestro no entiende de palabras, entiende más de quehaceres y de seguir devorándonos. Y me doy cuenta que solo puedo ofrecerte eso; el seguir juntos, nosotros y nadie más. Seguir disfrutando de nuestros buenos días y de nuestras buenas noches, y que solo con una mirada te diga que no quiero separarme de ti, por lo menos por ahora.

Blanca de Paco.
@libresdelectura
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JUEGO DEL VICHARA


Responde a estas cuatro preguntas en dos minutos cada una de las mismas. Al terminar, no sabrás quién eres pero sí quién no eres...

· ¿Quién soy?

- Soy un chico de 26 años, de tez morena, ojos grandes y pestañas aún más grandes y largas, que según qué máquina me mida alcanzo el metro noventa de estatura o me quedo a milímetros. Soy el pequeño del pequeño en mi familia y por eso veo la vida siempre desde la butaca de la última fila. El cine es la mitad de mi vida y la mayoría de mis más fuertes latidos y emociones me los ha provocado la gran pantalla por encima de la más pura realidad. Es el placer que más consumo pero sobre todo me gusta consumir los placeres que desconozco, por ejemplo pensarme y preguntarme quién soy.

Soy casero por convicción y viajero por ilusión. El trabajo diario y horario es mi motor vital y el tiempo que no trabajo lo dedico a charlar y a reír con amigos y con desconocidos, pero procurando siempre charlar con chicas y mujeres, que es del sexo del que más aprendo. Odio las discotecas, la playa, la papiroflexia y cualquier manualidad, aunque me relajo viendo como alguien manipula y maniata con sus manos cualquier ocurrencia. Entre mis bruscas virtudes creo que la de modular mi voz grave y de antagonista quizá sea la mejor. Abrir puertas y ventanas a todos sin prejuicio alguno seguramente sea la virtud que más me enorgullece.

· ¿Quién soy, sin poder decir nada que pueda ver al mirarme en el espejo (ningún rasgo físico)?

- Soy algo que cree pensar demasiado, aunque cada vez cree también pensar mejor. Soy algo que se siente cada vez más seguro conforme el tiempo avanza. Creo sentirme más joven conforme debería ser más viejo y aspiro a sentirme igual de limpio y feliz que un niño. Con los versos y la poesía todavía no he conquistado más que a mi propio miedo, pero por repetición, como dije y repito, seguiré insistiendo para que el latido de ella, sea también mi latido. Y el 3...El dichoso pero tan cariñoso 3 que me persigue. Nací un 3. San Daniel es un 3. Soy el pequeño de tres hermanos. En todas las listas de clase era el número 3...Hay mucho más pero me triaburre.

(SILENCIO DE 30 SEGUNDOS. PREFIERO PENSAR...)Y cuando pienso demasiado recuerdo. Creo recordar un aroma, un color, un tacto, en otro y antaño momento. Quizás un momento aún no vivido, o quizás un momento eternamente repetido. Todo ese paisaje me gustaría que me dedicara en el mejor de sus días, para mí...evadirme por completo de la monotonía y del asfalto diario y ensoñarme de golpe y directo entre lo abstracto del camino, entre la niebla y el sol. Y es que cuando me veo y me prohíbo verme todo me lleva a ti, AMOR, en mayúsculas yo siento.

Pero y a todo esto, ¿Por qué pienso?

·¿Quién soy, sin poder decir ningún rasgo físico ni ningún dato biográfico?

- No necesito dos minutos para suspirar y pensar. Seguir pensando en quién soy...

(SILENCIO DE UN MINUTO)...

Pasar desapercibido para mí mismo. Me encantaría no existir en mi cerebro y existir tan sólo en el mundo entero. Pero es un muro absurdo. Soy yo y no puedo obligarme a que me piense el resto... a que me obliguen a existir cuando yo no quiero existir...

(SILENCIO Y GASTO LOS DOS MINUTOS)

·¿Quién soy, sin poder decir ningún rasgo físico ni biográfico ni ideológico/político?

- Amor. Valor. Repetición. Intensidad. Palabras que me acompañan. Me gusta que me acompañen como un traje de neopreno al cuerpo...

Cambio. Imprevisibilidad. Seducción. Sorpresa. Palabras que me encanta aplicar e implicar en más de un encuentro e intercambio de comunicación con otro u otra. Encuentros llenos de magia, porque creo en la magia, en aquella que espera a uno en la esquina cuando ha frotado tantas veces al genio mirando al cielo...

Pestañeo y volver a abrir los ojos. Y entre cada instante creer que vivo en otra vida y que la suma de todas ellas es eterna...y que lo eterno de todas ellas dura toda una vida...







Es aconsenjable realizar el juego en un momento de relajación, cuánta más mejor y sin necesidad de escribirlo en texto. También es aconsejable repetir el juego tantas veces como uno desee y en los periodos de tiempo que desee, con tal de comprobar si uno ha cambiado, cuánto lo ha hecho...si sigue en el proceso de indagación del yo.

D.A.C.
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IGNORANTES


Y de repente lo supo. Había vuelto. Un presentimiento le invadió. Les seguía uniendo algo. La conexión existía.
 Sin embargo, el teléfono no sonaba. Ni tampoco iba a sonar. Pusieron tierra de por medio y ninguno volvió a hablar. Y tanto fue el distanciamiento que ambos se confundieron en otros brazos sintiéndose orgullosos de ello. ¿Qué iban a hacer? ¿Esperarse toda la vida? ¿Volverse a equivocar? Hay cosas que no se pueden permitir a pesar de la conexión, la unión y el presentimiento. Por eso, acabaron siendo la historia de amor que nunca llegó a nada, un mísero y hermoso golpe de pasión. No se supieron amar. Quizás no encontraron el ingrediente principal para poder hablar de amor; por mucho que se empeñasen en creer lo contrario. 

Blanca de Paco.
@blancadepaco
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CON PENA Y SIN GLORIA


Hombres y mujeres de costumbres, que olvidan las caras y los nombres, que aman y odian en igual cantidad.

Hombres y mujeres de rostros tristes y asolados por la duda, que bendicen y maldicen por igual.

Hombres y mujeres, y niños y adultos, que adolecen de carisma y perspectiva, que arruinan y maquinan.

Benditos seáis malditos desgraciados, habéis destruido todo lo que el mundo os ha dado.

Chicos y chicas de movimientos agraciados, que desperdician el tiempo en pos del entretenimiento.

Chicos y chicas de barba recortada y tacones de aguja, que sacrifican la comodidad por el aspecto, aunque los tobillos crujan.

Chicos y chicas, ni hombres ni mujeres, que adolecen de curiosidad y empatía, que piensan de formas retorcidas.

Malditos seáis, benditos idiotas, que educaréis a vuestros hijos con dulce y pistola.

Calles y avenidas, lugares sin dueño ni ley, en un país que tiene que buscar consuelo en tener un rey, porque ni dirigente ni presidente aún se conoce, y pensándolo mejor para qué poner otro maniquí.

Leyes y normas, que coartan libertades en lugar de darlas, ¿o es que acaso el acoso no debiera ser falta?, pero no castiguemos el acoso, evitémoslo, ¿con una buena educación? No, prohibiendo el nudismo, prohibiendo caminar en bikini por la calle, porque no ofende el que insulta sino el que intimida, ¿cierto? Si mi cuerpo te asusta, niño, lo siento. Leyes que exprimen, oprimen, reprimen, leyes que van y que vienen, pero todas con un mismo fin, atar al pueblo para que no respiren, y estos hombres y mujeres ciegos, de gran hermano y de sálvame ego, que no ven más allá de su barba recortada y sus tacones de aguja, son el sueño de los jóvenes, porque la estupidez no caduca.

Así que disculpadme si no me quedo aquí para ver cómo los bosques siguen siendo pasto del fuego, para ver cómo la ceniza se transforma en un hotel, perdonad que salte del barco antes de que se haga el agujero, me iré de este país aunque sea con un dedo y un cartel, no quiero vivir en un lugar de recelo donde el presidente no puede caer más bajo, y el artista no puede llegar al cielo.

Alba Ferrer.
@dihiftsuhai
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YA ESTÁ AQUÍ


Septiembre ya está aquí. La rutina se camufla en los mejores vestidos de septiembre. Y no hay nada que hacer. Ha llegado. El fin del verano se acerca y las depresiones florecen. 
Septiembre es el mes del punto y a parte. El mes de asimilar el golpe de realidad, el que pone distancia de por medio, el que acaba con los bonitos amores de veranos y con los pantalones cortos. El sol se empieza a esconder antes de tiempo y parece que los baños en el mar no sientan igual de bien que en agosto. 
Maldito septiembre. Maldita rutina. Y ahora, ¿qué hacemos con las fiestas que no tenían hora límite y con los reencuentros de aquellas personas con las que solo podemos coincidir en verano? Pues nada. No se puede hacer nada. Siempre he dicho que la vida es todo aquello que pasa mientras esperas al verano. 
Pero también pienso que septiembre es el mes de los fuertes y de las oportunidades; de empezar desde cero. Es el mes de las pilas recargadas y de mirar de frente al enemigo, es el mes de la verdad; el mes para que todos aquellos amores de veranos sean fuertes y se den la oportunidad de verse las caras en el frío y largo invierno, de que todas los nuevos amigos se fijen también con la rutina y no solo con el sol, de volverse a ver con las personas que el verano separa y el mes de las anécdotas. Y por supuesto, el mes de los mil cafés para contar el fabuloso verano que espero que hayáis vivido.
 Así que mirar al frente y decir, bienvenido sea septiembre.

Blanca de Paco.
@blancadepaco
 
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