CORAZÓN QUE NO SIENTE, OJOS QUE NO VEN


Intentan dejarnos vacíos, hacernos fríos, encerrarnos con barreras no visibles, con sus leyes de mente teledirigible, nos agrupan por banderas, colores, creencias y amores, fronteras, acciones, religiones. El mundo lo mueve algo que ni siquiera se come, nace, estudia, trabaja, muere. Nos crían para cumplir una función, lo llaman libertad porque nos dejan elegir cuál. La libertad no me cuestiona, ni me cobra, a la libertad no le importa si se puede o no se puede, han destruido la moral convirtiéndola en ley y ahora la gente está confusa, no saben qué está bien porque sus padres los educaron para seguir la norma, no la conciencia.
Pero desde luego no sufran, caballeros, señoritas, si será mi juicio enfermo el que me guía por la senda de la utopía, pero no concibo cómo un mundo controlado por unos pocos puede ser un hogar para muchos, dando por hecho, claro, que todos seamos iguales.

Alba Ferrer

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