0 comentarios

CUENTOS COMPLETOS - E.L. DOCTOROW

Uno de los máximos creadores de la estampa social norteamericana contemporánea. Edgar Lawrence Doctorow, marcado desde su nacimiento por llevar el nombre de uno de los mayores cuentistas de la Historia de la literatura, supo compaginar hasta sus últimos días el balanceo entre novela y cuento. Ahora, poco tiempo después de su muerte, Malpaso publica Cuentos completos, un recorrido pautado por el propio autor que llevará al lector a conocer la vida de este ‘soñador del Bronx’ a través de sus cuentos. 

Doctorow es un pintor, capaz de provocar mediante sus trazos la comprensión por parte del lector del movimiento urbano norteamericano. Un pintor de paisajes en los que siempre habita una nube crítica totalmente subjetiva, un pintor de personajes que siempre evolucionan con la semilla de lo trágico en su interior. Es cierto que ese imaginario tan real de Poe es muy visible en muchos de sus cuentos, pero también hay que destacar el recuerdo que traen de otros tantos autores como de Jack London en la elaboración de personajes o  de Mark Twain en un tipo de narración que parece tomar como base un inestable montón de cristales rotos. Doctorow sigue un estilo que se podría definir como de aquellas esmeraldas perladas que decía Lope de Vega, es decir, de mirada lagrimada, llorosa, de alma rota. Leer a Doctorow es dejar al cuerpo con la sensación de que su escritura sale sola, sin esfuerzo aparente; que la fuerte crítica social de sus cuentos, que el acercamiento a la parte más baja de una ciudad como Nueva York, que esa vida por el inframundo neoyorkino, no son más que gotas de  sudor del propio escritor que resbalan por su mano, por sus dedos, y se impregnan en el papel en forma de historias. Pero no es así. El sufrimiento de la comprensión fatalista de la humanidad queda en el lector, queda el aroma del trabajo, del talento de observarlo todo y saber describir con palabras aquello que siempre intenta escaparse de ellas, aquello que a nosotros nos deja sin, aquello que nunca quiere tener nombre: las emociones. 

Cuentos completos es una obra de emoción caracterizada por la velocidad narrativa en su conjunto, por el sarcasmo, la ironía e incluso la sátira ante una sociedad que parece no tener arreglo pero sí escapatoria, la única posible para aquellos que pueden ver y sentir todo lo que les rodea, la literatura. Federico García Lorca llegó a Nueva York y no pudo más que describir lo que se esconde tras las luces de neón. Pero tengamos siempre en cuenta que en lo más profundo de su ser quedaba el recuerdo del mar granadino, del verde oliva andaluz, del aroma a jazmín. Los ojos, y sobre todo la pluma, de Doctorow también se encontraron con aquello que intenta ocultarse tras la iluminación consumista, pero con una diferencia, él nació en el Bronx, mamando todo ello desde el mismo momento en que el peso de Edgar Allan Poe se montó en sus espaldas. Él no tuvo dónde comparar, para él aquello no era contraste sino realidad. 

Víctor G.
@chitor5

0 comentarios

PALABRA DE SAL - MÓNICA COLLADO CAÑAS

Si hablamos de una narración desde una perspectiva infantil es inevitable dirigir nuestro pensamiento al gran cuento de Juan Rulfo, ‘Macario’. Ahora imaginemos que un cuento como ese es escrito por, por ejemplo, Leopoldo Alas ‘Clarín’. El resultado de esta interesante suma sería algo parecido a ‘Palabra de Sal’, la primera novela de Mónica Collado Cañas, ganadora del XIX Premio Vargas Llosa y publicada por Tropo Editores.

Corina, de ocho años, es la voz de la novela. Coge de la mano, con gesto suave y temeroso, a un lector que sentirá la vida del campo de finales del siglo pasado, que vivirá la pobreza y la lucha de tantas familias por subsistir golpeadas diariamente por una sociedad donde más es mejor, donde la apariencia ocupa el primer lugar en el panteón social. Corina es un alma sensible, mucho más que los demás, capaz de conectar con todo aquello que le rodea, capaz de sentir y de removerse por dentro al observar, ya sea a personas, a animales, a plantas o a cosas. 

Desde el primer capítulo, la muerte se sitúa como una nube inevitable sobre la cabeza de Corina. El gancho está lanzado, tanto para ella como para el lector, y será imposible olvidarlo. La narración transcurre en caída hacia una oscuridad anunciada, siempre aderezada por las reflexiones de una niña ya con conciencia adulta que entiende el significado de todas las incógnitas que asaltaban su mente durante su infancia. El lector caminará con Corina y su mente creativa a un ritmo acelerado que será dado por frases cortas, directas y sobre todo, contundentes. Porque es la contundencia en la narración lo que impacta en el habla que Corina tiene hacia nosotros. ¿Cómo puede una niña observar la vida de ese modo? ¿Cómo puede cargar con tanto peso todo aquello que no está escrito y que solo puede leerse entre líneas?

‘Palabra de Sal’ es muchas cosas. Desde una estampa de la España rural de los ochenta con sus diferencias abismales de clases, con el anhelo burgués del campo, con el querer ser por encima del ser algo, con la semilla de la modernidad revolucionaria en la juventud; a una espiritualidad en un ambiente o atmósfera para ella desértico y sin apoyo que acaba recalando en la mente de una niña que lo ve todo sin necesidad de mirar, que lo siente todo gracias a pensar. Pensamiento es la moraleja de una novela que deja regusto a Sánchez Ferlosio, a Galdós e incluso a Cela. Pensamiento de que todo, aun siendo presentado desde un principio con destino a lo oscuro, puede resolverse con, y sobre todo gracias a, la Literatura.   

Víctor G. 
@chitor5

COMPRAR LIBRO:

0 comentarios

EL REVERSO DE LOS DEMÁS – KAOUTHER ADIMI

Narrado a nueve voces, El reverso de los demás describe el Argel contemporáneo, una ciudad que parece reluciente a los ojos de los turistas, pero que pese a la blancura de sus casas se convierte en gris para sus habitantes. La miseria, las ideas políticas y el fervor religioso radical quita las ilusiones de los protagonistas de la novela de Kaouther Adimi, ganadora del premio Vocación 2011 por esta opera prima.

Adimi es capaz de retratar los problemas sociales de Argelia sutilmente, sin que el lector se impaciente, sino todo al contrario: quedándose perplejo de la armonía literaria que adquiere a cada página las historias de estos seis personajes. Nueve voces que se entrecruzan para formar un relato espléndido, lleno de contrastes dentro de la misma ciudad, pero con siempre una base común: el miedo a los pensamientos ajenos sobre uno mismo. El miedo de Adel, el primero que narra sus temores, no es hacia los demás, sino de lo que puede provocar que los demás piensen en él. Como en el caso de su madre y su hermana, que casi no le dirigen la palabra. O la de sus propios pensamientos, que no le dejan dormir noche tras noche y que acaban por dejarle exhausto mentalmente.

Todos sus vecinos hablan de Adel y de su hermana Yasmine. Ambos poseen una belleza física extraordinaria, aunque su personalidad, intrínseca, misteriosa y tímida, no les acompaña. Adel y Yasmine fueron inseparables de pequeños, pero ahora apenas entrecruzan sus miradas. Los secretos entre ellos son demasiados para poder volver a dirigirse la palabra. El mundo exterior más cercano no es mucho mejor: la obsesión por una vida mejor en Europa llena de lujos cautiva la mente de muchos argelinos, pero las tradiciones culturales siguen arraigadas en sus mentes. La modernidad ha llegado hace ya décadas y se intuye por todas partes, como en las telenovelas que ve la madre de Adel y Yasmine, que no entiende a sus tres hijos. Sarah, la mayor, se ahoga en un matrimonio compartido con Hamza, que se ha vuelto loco y ya no se vale por sí mismo. Para escapar de ello, se concentra casi exclusivamente en pintar cuadros –y si le faltan lienzos, usa las paredes de su propia habitación. La pequeña Mouna, hija de Hamza y Sarah, crece con una mentalidad despierta y con ganas de hacer cosas por sí misma. Se cree diferente de todas sus compañeras de escuela, aunque su principal objetivo en la vida sea casarse. Tarek, su vecino y amigo, está preocupado por su imagen y se mira cada día al espejo porque, a pesar de su tierna edad, ya tiene canas y cree que eso puede no gustarle a Mouna. Entretanto, Hadj Youssef pretende creerse la idea de la búsqueda de la perfecta belleza sobornando a jóvenes universitarias con apuros económicos para meterles mano. Y Kamel, conocido de Adel, sueña con viajar hasta Europa y poder disfrutar de la vida occidental sin preocupaciones.

La narración, la verdadera protagonista literaria de El reverso de los demás, permite entrever las preocupaciones de toda una comunidad preocupada por prosperar a pasos de gigante y poder renunciar a los complejos y “el qué dirán” al que todo el mundo debe someterse cuando vive, precisamente, en comunidad. Adimi capta la realidad de parte de la sociedad árabe y la embellece con toques dulces como las cafeterías bohemias, las bailarinas de una niña o las pinturas armónicas de una madre soñadora.

Karen Montero.

COMPRAR LIBRO:
0 comentarios

FULGOR - MANEL LOUREIRO

Manel Loureiro tiene algo que engancha. Lo consiguió cuando empezó a escribir una novela en su blog, la cual acabó siendo objeto de lucha de importantes editoriales y poco más tarde en película (‘Apocalipsis Z’), y lo sigue consiguiendo con su nueva novela, de la que hablaremos hoy: ‘Fulgor’, publicada por Planeta.

En 2014 se convirtió en el escritor español más vendido ese año en Estados Unidos, lo cual le costó que en España se le empezase a llamar ‘el Stephen King español’. Aunque él defiende que esa etiqueta es como un abrigo que le queda demasiado grande, debemos reconocer que, ya sea por sus estudios de abogado o por puro talento innato, Manel Loureiro sabe lo que el lector quiere cuando se acerca a un libro de sus características; lo sabe, lo explota y lo consigue. 

En ‘Fulgor’, el escritor gallego trata el tema de las auras en las personas desde el punto de vista de alguien que descubre ese talento en sí misma tras un accidente de tráfico. Casandra, la protagonista de la novela, deberá entender qué es lo que le ocurre, por qué ve energías de distintos colores que aparecen como llamas alrededor de las personas, quiénes son aquellos que ve tan oscuros y por qué, de repente, la están persiguiendo. A partir de ese momento, y reacia a contar lo que le ocurre por miedo a ser tratada de loca, Casandra emprenderá un viaje en el que se adentrará en el mundo de los Oscuros y de los Grises, en el que observará cuánto de malvado hay en el gobierno de nuestro mundo, en el que comprobará, con sus propios ojos, que nada es cómo parece a ojos de los normales, que detrás hay algo muy gordo, sucio y terrorífico a lo que solo ella se puede enfrentar. Casandra descubrirá que es una Hija de la Luz y, entre el dilema de proteger a su familia o enfrentarse al peligro que la acecha, discurrirá una novela donde cada final de capítulo es un anzuelo certero hacia el lector, indefenso ante la tensión que Manel Loureiro va dejando mediante pinceladas, muy poco a poco, según avanza la novela. 

En Fulgor, Loureiro demuestra el porqué sus novelas son tan codiciadas por los directores de cine. El lector viaja, como estando tras una cámara, por todo lo que ocurre en una pequeña ciudad lluviosa donde, asesinato tras asesinato, el miedo se convierte en la comidilla de los habitantes. El lector, empapándose de la historia, se convierte en la sombra de Casandra llegando incluso a sentir el miedo hacia el porvenir, la responsabilidad de sus actos, el cuidado de su familia. 

Decía Truman Capote que «el que no imagina es como el que no suda, almacena veneno»; y nosotros, ante tal obra de la imaginación, solo podemos afirmar rotundamente que estamos limpios por dentro.  

Víctor G.
@chitor5 

COMPRAR LIBRO


0 comentarios

EN EL PARAÍSO - PETER MATTHIESSEN

Hay libros que me abren un nuevo mundo delante de los ojos, otros expanden los horizontes de mi mente y otros, sencillamente, me dejan indiferente. El libro póstumo de Matthiessen tiene todo el potencial para pertenecer a una de las dos primeras categorías y sin embargo, se me antoja como la última.

El doctor Clements Olin, protagonista de la novela, acude a un retiro “espiritual” (por decirlo de alguna manera, ya que no me quedó claro cuál era el objetivo de dicho retiro) a Auschwitz, junto a muchos judíos, algunos alemanes y de otras nacionalidades, por razones personales o profesionales, como el mismo Olin. Allí son testigos de la destrucción nazi, rezan y explican sus historias. 

Me sonaba interesante, a mí que me fascina el Holocausto y la segunda Guerra Mundial. La verdad es que en cuanto a descripción es espectacular y me hace ver Auschwitz destruido. En cuanto a técnica, todo perfecto: pulida, fácil de leer, sin muchos formalismos. Entonces, si tiene un tema interesante y una prosa buena, ¿qué es lo que me ha fallado?

A mí me falta introspección. Clements Olin no es un protagonista que me enganche, que me haga pensar que voy a conocerle. Él es un profesor de la Universidad que acude al retiro para ver dónde pasó penurias uno de sus escritores favoritos y que él estudia, pero a medida que pasan los días nos damos cuenta de que esa no es su única razón. No quiero hacer famosos spoilers, así que voy a decir nada más que es una razón bastante previsible y que una vez se conoce no veo que el protagonista tenga muchos problemas en aceptarla. Quizá me hubiese gustado que el protagonista hubiese tenido más crisis de identidad, que se recrease más en el tema filosófico del que me parece que trata la novela: ¿quién soy, dónde voy, cómo me acepto a mí mismo?
Olin comparte retiro con otros personajes como Anders, un médico sueco o Gyorgos, un hombre que no hace más que insultar y negar todas las reflexiones de los otros. También con la monja Catherine, que llama la atención de Olin y cuya historia explicaré un poco más adelante. Todos estos personajes, y más, me parece que tienen un odio a los judíos que no entiendo. Si tanto los odian, ¿por qué están en el retiro? Me ha parecido bastante inverosímil. Quizás era la intención del autor explicarme que aún hay antisemitismo en el mundo, pero me ha parecido que todos los integrantes del retiro eran antisemitas, ¡incluso los mismos judíos! Además, durante la hora de los testigos, donde estos personajes se pelean con sus ideas, se ríen de los alemanes que hay en el retiro y yo, toda confusa, me digo a mí misma que no sé qué estoy leyendo, Olin se me presenta como el pensador, el diplomático, el que siempre puede encontrar un equilibrio, y a mí este tipo de protagonistas que parece que lo hacen todo bien por encima de los demás no me gustan en absoluto. Y más si son americanos (porque yo, lo siento, tengo una especie de manía a aquellos americanos que se piensan que todo lo hacen mejor que los otros y eso les da libertad de opinar e intentar cambiarnos). 
El único personaje que me ha parecido interesante en esta novela es Catherine, la monja polaca rebelde que se niega a aceptar que los católicos no estuvieron relacionados con el Holocausto y que cree en una religión católica mucho más “pura”; una religión en la que yo creería, en la que todo el mundo se respeta, donde todas las religiones son iguales. Catherine tiene que luchar contra los otros eclesiásticos del retiro que se empeñan en justificar los católicos  del Holocausto, diciendo que era lo que Dios quería, etcétera. Sin embargo Catherine y, en realidad, toda la novela, empieza a perder interés para mí cuando Clements Olin se empieza a interesar por ella y la novela gira en torno a esta relación y no en torno a lo que me gustaría que girase, que es el tema del arrepentimiento, la duda, la vergüenza, el cómo aceptarse, etcétera, que aún puedo leer en el retiro. 
Para mí, una historia que no me ha aportado nada nuevo, y lo que es peor, que podría haber dado mucho más de sí y que se ha quedado en una historia, en mi opinión, bastante sensiblera. Una pena, ya que la conversación polifónica sobre el antisemitismo y el Holocausto me parecía muy interesante. 

Andrea Rovira.
@andreaishere

COMPRAR LIBRO:


0 comentarios

LA MALETA DE HANNAH - KAREN LEVINE

Ojalá no tuvieran que existir libros como este; ojalá historias como la de Hannah no existieran. Palabras como Holocausto o Shoá no deberían remitirnos a absolutamente nada. Pero sí lo hacen. Nos recuerdan que hace muy poco, apenas setenta años atrás, miles de personas fueron encerradas, maltratadas y asesinadas en campos de concentración; la mayor parte de ellas por el mero hecho de ser judías. Más de un millón de esas personas eran inocentes niños que jamás llegarían a la condición adulta. Hannah era una de esas niñas.

Karen Levine en La maleta de Hannah no solamente nos cuenta la historia de Hannah Brady, una niña judía asesinada en una cámara de gas en Auschwitz, también reúne en este libro la compleja investigación que llevó a cabo Fumiko Ishioka, directora del Centro Educativo sobre el Holocausto de Tokio.

Con la voluntad de hacerles comprender a los niños japoneses que visitaban el centro lo que fue el Holocausto, Ishioka empezó a pedir prestados objetos del Holocausto con tal de intentar facilitarles a los niños la comprensión de ese episodio histórico. Uno de esos objetos era la maleta de Hannah. Los niños empezaron a preguntarle a Ishioka por Hannah: quién era, cuántos años tenía, cómo era, dónde nació…; pero ella no poseía esas respuestas. Por ello, decidió descubrir quién era Hannah Brady: preguntó en museos, asociaciones e incluso viajó a Therezienstadt, lugar en el que la búsqueda de Ishioka dará un giro inesperado.

La maleta de Hannah resigue paralelamente dos viajes, dos historias: el fatídico viaje de Hannah Brady y la incansable búsqueda de Ishioka; todo ello con una clara voluntad pedagógica. Con un estilo sencillo y claro, Levine nos transporta a la Checoslovaquia en la que nació y creció Hannah a través de las numerosas imágenes incluidas en la obra. Por todo ello, es un libro muy recomendable para todo aquel que desee conocer una historia más de una víctima del Holocausto; pero, es especialmente recomendable para jóvenes lectores que quieran empezar a conocer qué fue el Holocausto.

Si no podemos cambiar el pasado, al menos conozcámoslo.

Marina Roig Ropero.

COMPRAR LIBRO: 

0 comentarios

HOTEL MEDITERRÁNEO - ALEJANDRO PEDREGOSA

Como si se tratase de un relato, Hotel Mediterráneo sorprende al lector con frases cortas, directas, que otorgan a la novela un ritmo frenético ante un tema que, ya de por sí, deja tenso al lector: las mujeres maltratadas.

Francesc, el narrador, es el pianista de lo que a ojos de todos, menos de los que trabajan en él, es un hotel. Pero en realidad se trata de una casa refugio para mujeres maltratadas donde esconderse de la terrible sombra de los maridos. Cada noche, viviremos desde un piano muy serratiano las cenas que el hotel ofrece a los ciudadanos con el fin de sufragar los costes que la acogida de estas mujeres ocasiona. Mientras las canciones de Serrat suenan de fondo en un lugar que se llamó Mediterráneo por el cantante catalán, el lector presenciará los movimientos de los comensales, conocerá la parte trasera del hotel e irá de la mano de personajes tan entrañables como el Presidente, Amparo o Maite.

Todo cambia tras la llegada de una nueva huésped, Tamara. Nos subiremos al corazón desbocado de Francesc, sufriremos de insomnio por amor, soñaremos con esta mujer de mirada alicaída y movimientos de porcelana. Tamara, maltratada por su novio legionario, llega allí para apartarse de todo, para esconderse de él y, sobre todo, de sus golpes. Pero Tamara cede y acaba llamando (algo totalmente prohibido en aquel lugar) a su cuñada. A partir de ese momento, toda la actividad del hotel se trastocará al ver que alguien está ahí por ella, que dos legionarios amigos de su pareja llegan para llevársela.

Francesc, junto a todo el grupo que conforma el plantel del refugio, luchará por esconder a Tamara de esos dos nuevos visitantes. La esconderán en el bosque, con inútil resultado, e intentarán todo lo posible para defenderla, para salvarla de las garras de la violencia. Lo que sucederá entre ellos dos, la impactante historia del Presidente, el origen del hotel o el encuentro entre Tamara y su pareja, solo podrá saberlo quien se anime a leer una novela breve y de muy fácil lectura, que agarra al lector, sobre todo en su parte final, para soltarlo cuando este llegue al punto final del relato. El Hotel Mediterráneo nos abre sus puertas para contarnos una historia que bebe de un tema terriblemente trágico pero aderezado con la chispa de su narrador, con el humor llanero del Presidente (a quien se lo coge cariño aun sabiendo de su pasado), con la fuerza de dos mujeres que luchan por la paz, con el amor. Un amor que puede con todo, que nace en el lugar más inesperado, que puede, incluso, sanar la herida de un desgarro.

Víctor G. 
@chitor5

COMPRAR LIBRO:
0 comentarios

YA NADIE SE LLAMARÁ COMO YO + POESÍA REUNIDA (1998-2012) - AGUSTÍN FERNÁNDEZ MALLO

Entiendo que son muchos los que han intentado definir la poesía. Aún así, la poesía está repleta de una nada demasiado llena como para describirla con sencillez.

En una encrucijada así me encontré con el indispensable libro de Agustín Fernández Mallo.

La primera reacción, al palpar con mis dedos esta extensa declaración de intenciones, fue abrumante. Tenía ante mí toda una ilustre trayectoria que se ha convertido en un nuevo panorama de la poesía española.

Lo que sucedió desde que abrí la ventana a esta aventura no podría plasmarlo sin hablar de su artífice. Así que os diré lo que sucedió al final: Magia. La magia que es sentirte envuelto de toda una vida tan llena de realidad que se convierte en poesía, y cómo esta realidad poética te transporta.

A partir de este viaje al que te invita Fernández Mallo, quiero que sintáis un afán de descubrir todo este recorrido desnudo que queda liberado en sus páginas.

Ya nadie se llamará como yo + Poesía reunida (1988-2012) se convierte en un fiel aliado desde la primera página. De la trayectoria de Fernández Mallo podemos decir que empezó como empiezan todos los principios: con mucha experimentación. Inventó nuevos caminos y recorridos dónde la poesía no había estado jamás y donde, sin embargo, había estado siempre esperando. Quizás le esperaba a él, con su sutileza y detallismo para realizar un vivo retrato del mundo.

Su trabajo como físico ha sido el mayor culpable de su producción. En ella nos encontramos años frenéticos de creación en todas las vertientes del arte. Su obra se convierte en una investigación poética como ha sido su recorrido en el mundo literario.

De la investigación nacen nuevos caminos, nuevos porqués, nuevas incógnitas que abarcan territorios desconocidos.

“La poesía avanza cuando conquista territorios”. Ya nadie se llamará como yo es una exploración a través del lenguaje poético del terreno cotidiano. Así, Fernández Mallo nos invita a contextualizar y descontextualizar, nos lleva a un ambiente natural donde una tarjeta de crédito tiene su propia aparición poética. Toda una atmósfera llena de fuerza y poder para cuestionar y mirar al mundo.

Este poemario ofrece al lector una personalización de aspectos comunes, una perspectiva inédita de lo que nos rodea. Todo ello, junto con conocimientos geográficos, metafísicos y temas siempre permutables como la religión y la naturaleza. La poesía de lo difuso.

En uno de los poemas encontramos lo que para mí es una definición de la poesía de Fernández Mallo: “Eres utópico porque no tienes un lugar en el mundo”. Bien podría hacer referencia a todo ese “vacío que no es la nada, sino un lugar lleno de partículas”. Sin embargo, tras haberme empapado de toda la naturaleza y verdad de sus páginas, me gusta creer en la producción de Fernández Mallo como dicha utopía. Habiéndose descubierto en ensayos, prosa y poesía, el artífice de esta obra literaria no se encasilla. No tiene un sitio determinado ya que la poesía puede habitar en todas partes.

Ya nadie se llamará como yo + Poesía reunida no tiene un lugar asignado en el mundo, pues puede habitar en cualquier rincón de él donde se esconda una llama de curiosidad.

Aún así, si le asignas un lugar a esta joya, espero que sea en tu casa.

“La poesía avanza cuando conquista territorios”, y tú puedes ser su próxima conquista para seguir avanzando.

Al.lòdia Garcia Ferrer.
@aicrag_A10

COMPRAR LIBRO:
0 comentarios

EL SOLDADITO DE PLOMO - CLARA LUNA RODRÍGUEZ

«Que la imaginación juegue su papel y permita que cualquier persona, sin importar la diversidad o capacidad lectoescritora, pueda interpretar una historia narrada únicamente con ilustraciones.»

De esta manera se nos presenta una original versión del famoso cuento escrito en su origen por Hans Christian Andersen y adaptado en esta ocasión por Clara Luna Rodríguez para la editorial La Topera. Y es que este no es ‘El soldadito de plomo’ que todos conocemos. Aquel que, sentados en el sofá o tumbados en la cama, dejamos leer a nuestros hijos o leemos nosotros para que ellos imaginen mientras sueñan. No, este es un libro donde, aunque parezca mentira, la palabra no es la protagonista. Y no lo es, porque en la vida de los niños a los que va dedicado el libro, tampoco ella es la protagonista. Clara Luna Rodríguez, mediante vivas y entrañables ilustraciones, crea una obra con la que poder abrazar a todo aquel con TEL (Trastorno Específico del Lenguaje) y llevarlo por el sendero alado de la imaginación. Imaginar es casi un imprescindible en la vida de los niños y no solo se traspasa la puerta que nos lleva a ello con las palabras. Este es un claro ejemplo de cómo mediante imágenes se puede contar una historia que ya es uno más de la familia en las casas, la del pequeño soldadito de plomo que siente, que ama, que tiene corazón. Tiene corazón, y este late para todos, ya sea para alguien que lee o para alguien que no puede hacerlo, porque todos tenemos derecho a saborear los cuentos, a sentir la Literatura, a soñar y sentir ya tengamos los ojos abiertos o cerrados. Todos tenemos derecho a leer, ya sea fijándonos en palabras, escuchando a alguien o simplemente creándolo todo en nuestras cabezas. Leer no es más que inventar historias propias y personales a través de la experiencia de otro, adaptar la vida de otros a la nuestra. Leer no es más que viajar sin moverse del sillón. Y este es un derecho universal. 

Muchas veces, solo al cerrar fuertemente los ojos es cuando todo mejor se ve. Muchas veces es gracias a la imaginación por la que seguimos colgados de un tendedero que cada vez tiene menos pinzas cargadas de realidad. La imaginación es el sostén, es el darnos cuerda, es el seguir caminando. ¿Hasta dónde? Hasta donde nosotros queramos. 

Víctor G. 
@chitor5

 
;