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LA CAZA DEL CARNERO SALVAJE - HARUKI MURAKAMI

Es un hecho. Abrir un libro de Murakami implica adentrarse en un universo paralelo, bucear en sus páginas supone ahogarse en uno mismo y salir a flote al mismo tiempo. Tener en las manos una de sus novelas significa estar dispuesto a tomar lo más disparatado de la “realidad” para acabar tomándolo como lo más verosímil. Leer la primera página es correr un riesgo, pues supone VIVIR, sin restricciones. El escritor japonés nos invita a hacer equilibrios sobre sus letras, estratégicamente colocadas para crear la magia, sobre unas palabras que van asfaltando y creando camino entre las páginas que conformarán el relato. Murakami, ya ha quedado claro, es un arquitecto de la literatura, un creador nato.

La caza del carnero salvaje es una especie de silencio postergado, un silencio que se queda dormido en la piel del lector cuando llega a la última página. Un silencio fértil, que se acaba transformando en interrogantes que cuelgan de la nada. Murakami, una vez más, consigue mantenernos pegados al libro incluso después de haberlo leído, nos mantiene junto a él unos minutos después de su final, como esperando a que sus personajes salgan de la novela para decirnos que la historia no acaba ahí, que no nos preocupemos, que hay más y, sobretodo, que nosotros, lectores, seguimos formando parte de ese extraordinario mundo que nace de la mezcla de lo verosímil y lo sobrenatural.

A lo largo de la novela, Murakami consigue que nos vistamos con las pieles del protagonista, un treintañero instalado en una especie de mediocridad que lo tiñe todo de grises, un publicista del cual desconoceremos el nombre, cosa que no nos impedirá instalarnos en sus ojos y en cada uno de sus sentidos para pasar a vivir lo que él está viviendo. Una mediocridad que se verá amenazada por una cadena de peripecias que obligarán al personaje principal a tomar una serie de decisiones apresuradas que delinearán claramente su existencia en un antes y un después.

Una mujer de orejas perfectas, una fotografía, un extraño carnero misterioso que no se deja encontrar y un hombre que se disfraza de res, son algunos de los detonantes de la novela, que te deja avanzar a través de sus páginas como si de una escalera de caracol se tratase, con cierto vértigo y con ganas de llegar al final para poder descubrir qué se encuentra detrás de todo eso.

Haruki Murakami lanza la caña al mar y en la primera o en la segunda línea consigue hacernos picar, arrastrarnos por todo un océano de palabras y sumergirnos en un mundo de largas descripciones; de musicalidad; de vicios y pasiones; pero, sobretodo, consigue sumergirnos en el subconsciente, en lo latente de esta existencia y que tan pocos se atreven a mirar a los ojos.

Sara C. Labrada
Twitter: @sarazamz
Instagram: @kosmonautaa


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LA CANCIÓN DE LOS PECES QUE LE LADRAN A LA LUNA - OSVALDO BAZÁN

La novela de Osvaldo Bazán, periodista argentino, causa una sensación que trasciende los renglones y las páginas circunscritas en un libro. El relato pinta los hechos más marginales de esta sociedad, aquellos que a pesar de estar por fuera de las leyes suceden con total normalidad. Y todos lo saben. La ley lo sabe. 

El Dock Sud, Palermo y sus alrededores son lugares muy transitados por la prostitución. Los protagonistas son dos taxi boys que ganan el dinero para sobrevivir un día más. «Todas las noches en cualquier auto, en cualquier baldío, en cualquier cosa, con quien pague» es el lema. Cada uno con sus particularidades, el Vil y el Ñoca forman un dúo impecable. Osvaldo Bazán, como personaje (que también es periodista), es invitado a compartir uno de los recurrentes rituales de champagne barato de este dúo y se introduce en sus vidas. El periodista cuenta la historia a veces como participante, otras veces vista desde afuera. Los narradores también cambian por lo que genera un relato más abarcativo. 

Todos los estereotipos sociales se rompen en esta historia. A medida que avanza, la predecibilidad disminuye y, aunque el clima final es anticipado con frases astutas, no deja lugar a la adivinación. Los sucesos del pasado de cada personaje pueden encontrar diferentes cruces en el relato y la participación que realizan los personajes no es en vano. Se pasa de los dos taxi boys a un hombre que se volvió loco por investigar el caso del Cristo que le salía sangre, a un médico de renombre que tiene un centro de gente con trastornos mentales y una vida secreta bastante oscura, a un agente de policía, a una historia de amor de tres, otra de dos y así continúa. Todo se va formando como nudos en una red que conducen a un mismo desenlace.

El sentimiento general es el de la inmediatez, no hay lugar ni tiempo para pensar en consecuencias para los que viven en la desolación, en la ilegalidad y el olvido. El puro presente se hace protagonista a lo largo de las páginas y se hace reflexión en si hubo un “antes”; y si existió: ¿cómo era? ¿Cómo se llegó hasta este punto? La motivación, sin embargo, es que siempre hay un mañana. En la lengua hispana hay una palabra para hacer referencia a un momento después del presente: mañana, y esa es nuestra capacidad de posibilidad de pensar, justamente, en ese momento.

Los peces manchados de petróleo en una alcantarilla, con dificultad de respirar, inundados de líquidos traicioneros, cantan y le seguirán cantando a la luna porque la noche es su hogar.

Diana Novoa.
@eldianso

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LA CAZA DEL CARUALO - LEWIS CARROLL

Nórdica Libros ha publicado recientemente el famoso poema de Lewis Carroll La caza del Carualo, maquetado junto con divertidas, a la vez que tristes (muy carrolliano) ilustraciones de Tove Jansson. Disclaimer: Esta va a ser una reseña muy cortita.

Desde hace un tiempo no puedo dejar de comprar y de leer libros ilustrados. Me parece que es realmente una categoría que se ha quedado bastante marginada, más que nada porque la mayoría de libros ilustrados siempre habían sido para niños. Cuánto más letra tiene y más grueso es el libro, más maduro debes ser. Sin embargo, últimamente en la industria editorial están resurgiendo los libros ilustrados y reclamando que también pueden ser para adultos. Cuando se me dio la oportunidad de reseñar La caza del Carualo pensé que era, realmente, un libro que resumía perfectamente este nuevo resurgir en la literatura: Lewis Carroll que, en principio, uno se cree que es para niños, pero que no lo es, acompañado de ilustraciones que podrían gustar a los niños, pero que no están dirigidas a ellos.

De hecho, la maquetación y las ilustraciones del libro es lo que más me han gustado. Os cuento: el poema está traducido al castellano por Jordi Doce. Yo he estudiado filología inglesa, así que siempre leo en inglés; sin embargo decidí darle una oportunidad a la traducción, teniendo siempre en cuenta que es muy difícil traducir a Carroll dado a los nuevos conceptos que introduce, como por ejemplo “Snark” (mitad de la palabra snail y shark, traducido como Carualo en castellano). Siempre cuesta un poco meterse en la poética de Carroll, con estas nuevas palabras que no podemos relacionar con nada de buenas a primeras, porque al fin y al cabo apela a nuestra imaginación. Y la imaginación como adultos ha ido menguando. No fue por la traducción de esta nueva poética que me dio la sensación de no haber entendido nada del poema. Fue porque la traducción apela a estructuras de la frase muy extrañas para el castellano, sin embargo naturales para el inglés: “Comprado había un gran mapa marino/ sin la menor señal de tierra firme:/ y estaban todos de lo más contento,/ pues era un mapa claro y comprensible.” En inglés el “Comprado había” (Bought had he) se utiliza para enfatizar, pero me suena más natural que la traducción, aunque también se haya servido para resaltarlo igual. (Tengo la sensación que no me estoy explicando bien… espero que me entendáis un poquito).

Cuando acabé el poema me quedé, como he dicho, con la sensación de haber entendido la mitad. Pero fue muy grata mi sorpresa al descubrir que Nordica Libros había incorporado, al final de todo, ¡el poema en inglés! Lo volví a leer y, ¡una maravilla! Como siempre, muy Carroll: una aventura que a primera vista puede ser para niños, pero que tiene una gran crítica a la sociedad, a las instituciones de poder, y a lo humano. Carroll es tan universal que me está costando mucho reseñarlo, porque siento que todo lo que diga de él lo habrán dicho millones antes. Y con razón. Carroll no se puede reseñar ni explicar: Carroll se tiene que vivir.

Andrea Rovira.
@andreaishere

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LOS MANUSCRITOS DEL MONTE RICHARDSON - DIEGO ARISTI LÓPEZ

A través de diferentes narradores, es posible formar un relato único en Los manuscritos del monte Richardson de Diego Aristi López. Estamos en presencia de un mundo desconocido, situado en el futuro donde impera un orden injusto. El fin último en esa realidad es la superioridad de la especie humana.

Los manuscritos de un viaje que surge a partir de la inundación de un desierto, describen este nuevo mundo y sus imparcialidades. Los grupos humanos se presentan como  más o menos evolucionados, lo que nos recuerda a la teoría evolucionista de Darwin: la supervivencia del más fuerte. Para zarpar, se juntan diferentes embarcaciones (la mayoría improvisadas) que acuerdan un rumbo y un líder. Los vehículos se caracterizan por circunscribir a un grupo humano en particular. Asimismo, acuerdan en designar un encargado de empezar la Crónica de la travesía. Cada personaje que es encomendado en la tarea de escribir las crónicas del viaje, toma esta responsabilidad con mucha seriedad; tanto que entregan sus vidas por salvar al cuaderno rojo.

Este viaje no estará libre de inconvenientes. La naturaleza es dura y despiadada con la flota que debe resistir a tormentas, rayos, témpanos, icebergs y monstruos marinos. Muchos se pierden en el camino, la flota es dividida y dañada; reagrupada y vuelta a formar. Resiste.

El sarcasmo puede encontrarse en cada rincón de este libro, que nos hace reflexionar sobre nosotros mismos, a dónde llegaremos  y si podremos refugiarnos en algún sitio. Si seguimos el rumbo marcado por el presente, puede que nos encontremos navegando en aguas oscuras y nos trague un Cracken. Si se mantienen ciertos objetivos y valores, como la eficiencia y  la superioridad de unos por sobre otros; puede que optemos por un exilio en una cueva, cerrada por piedras apiladas para que el viento no nos corte la piel y temerosos de cualquier cuerpo ajeno, de nuestra misma raza humana, pero extraño al fin.

Los manuscritos son encontrados luego de muchos años, en una isla que corta con un paisaje de puro horizonte. Y así comienza la historia.

Diana Novoa.
@diananovoa


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DESAYUNO EN TIFFANY'S - TRUMAN CAPOTE

Desayuno en Tiffany´s es una delicia de novela corta. Te quedas atrapada en la historia desde el primer momento, por su frescura, porque es una obra redonda a pesar de sus cien páginas, por su manera de narrar que te transporta a los años cuarenta-cincuenta y porque tienes una imagen clara de los personajes, del apartamento, de las ambientaciones a pesar de no hacer una descripción explícita.

Te enamoras de la obra y te enamoras del personaje. De esos a los que llegas a amar tanto y a la vez te puede sacar de quicio por su falta de consideración. Holly Golightly es extravagante, loca, no se rige por ataduras ni convencionalismos. Es lo que diríamos libre, pero sabes que está ocultando o escapando de algo, y ese algo puede que sea su verdadero yo. Me encantan sus contradicciones, es una chica sencilla que dice lo que piensa, pero a la vez se rodea de misterio y glamour. Inocente pero muy astuta. Farsante pero bellamente auténtica. Sabedora del poder de atracción que ejerce sobre los hombres, los maneja a su antojo y se mueve con soltura dentro de la sociedad más sofisticada neoyorkina, rodeada de escritores, jóvenes adinerados, y modelos. Puede que todos los personajes masculinos estén de una manera u otra enamorados de ella igual que le ocurrirá al lector.

Además de lo cautivador del relato, el libro cuenta con unas ilustraciones que encajan perfectamente. Con un toque muy de la década de la obra, pero a la vez un trazo actual en la que todas cuentan con Holly como clara protagonista, siendo el resto de personajes nada más que sombras a su alrededor. Sólo decir que me hubiese gustado otro formato de impresión en el que dar más importancia a la obra gráfica.

El autor, Truman Capote, realiza una crítica a esa sociedad tan frívola en la que él mismo forma parte. Una sociedad que gira en torno a la fama y la riqueza, y que demuestra que cuando surgen los problemas, los amigos se van corriendo.

Por último confesar que no he visto entera la película Desayuno con diamantes, protagonizada por Audrey Hepburn, hecho que puede haber contribuido a caer rendida ante una obra genial, sin preconceptos ni juicios, aunque es verdad que sí que con una imagen más o menos creada de la protagonista, que a pesar de ser morena en la película, en el libro es rubia con franjas leonadas.

Truman Capote es uno de los escritores y periodistas más importantes de Estados Unidos del siglo XX. Desde muy joven comenzó a publicar cuentos en revistas literarias, empezó a trabajar como periodista en The New Yorker . Sus obras más conocidas son Desayuno en Tiffany´s (1958) y A sangre fría (1966) novela de no ficción con la que se creo un nuevo tipo de periodismo literario, donde cuenta la historia real del asesinato de una familia, tras largos cinco años de entrevistas y documentación. De enter sus obras: Otras voces, otros ámbitos (1948), de las primeras en tratar la homosexualidad de forma abierta, El gran Gatsby (guion), Los perros ladran (1973)…

Karen Klassen es una reconocida pintora e ilustradora canadiense. Su actividad está orientada a la moda, la publicidad y el ámbito editorial. Su obra es bastante variada en cuanto a formato y mezcla de texturas, acuarela, serigrafía. Merece la pena disfrutar de su obra, centrada en la figura humana, destacando series completas de retratos.

Ángeles Martín.
@Angelesmmartin

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DE NOCHE, BAJO EL PUENTE DE PIEDRA - LEO PERUTZ

Leo Perutz, nacido en Praga en 1882, nos deleita con esta recopilación de cuentos sobre Praga en el siglo XVI y principios del XVII, donde reinaba el excéntrico emperador Rodolfo II. Se ha publicado recientemente por la editorial Libros del Asteroide, con una magnífica traducción de Cristina García Ohrlich del alemán — creedme, he estudiado filología alemana, sé cuán difícil es traducir un libro del alemán y he leído muy, muy malas traducciones -.

Al empezar a leer este libro, mis sentimientos fueron agridulces. Por una parte, me cautivó, como explicaré más adelante, la prosa de estos relatos; por otra parte, me molestaron dos cosas: que se tratase, otra vez, de historias de judíos (por mis estudios, he tratado un montón de veces todo lo relacionado con los judíos, me sé su historia de pe a pa), y tener que buscar el nombre por Google y darme cuenta que Leo Perutz es uno de los escritores más influyentes de la literatura en lengua alemana y que yo no tenía ni idea porque mis cuatro años de filología alemana no lo han considerado merecedor de nombrarlo (pero esto es otro tema).

Entonces, antes de empezar, debo pedir perdón: lo siento, Perutz, por haber pensado que tus historias eran otras historias de judíos. No lo son. Es un tema largo de explicar, necesitaría muchas páginas, pero sólo diré: si sois como yo, que creéis que sabéis mucho de ello pues habéis estudiado muchas veces la historia de los judíos, estás equivocados, pues no sabéis nada. Muchas veces en nuestros estudios leemos solamente sobre una época de los judíos, y normalmente, son siempre estereotipos, arquetipos que ayudan a construir una historia melodramática y poco creíble (como El niño con el pijama de rayas). A veces me parece que la historia de los judíos ha sido instrumentalizada por muchos para hacer un bestseller. Pero Perutz es judío, y sus personajes son judíos y podemos ver cómo vivían, qué hacían. La religión siempre está presente, característica que encuentro muy interesante, aunque no sé casi nada de religión (ni cristiana, ni musulmana, ni judía, ni budista…). Por tanto, lo siento, Perutz, por haberte prejuzgado.

Y es que lo mejor de los relatos de este libro son, precisamente, sus personajes, de todas clases sociales: tenemos relatos desde emperador, otros de sus mayordomos, del mítico rabino Löw, a Mordejai Meisl (el judío más rico de Praga, o del mundo) o músicos de la calle. Y lo bonito de Perutz es que nos recuerda que, no importa nuestra religión o condición social, todos somos ciudadanos del mundo y todos podemos sufrir igual. Todos estos personajes que se confieren en la recopilación son carismáticos y humanos: no tienen solamente una cara, y a menudo la miseria, la ambición y los pecados los tiñen y, sin embargo, empatizamos con ellos. ¡Qué difícil se me hace aceptar que he llegado a entender a un emperador ambicioso y malcriado! Pero es así. Y es que la magia de Perutz es escribir historias que suceden en una época tan lejana que de normal no podríamos entender, y hacer que luzcan cuentos atemporales y de problemática eterna.

La prosa es sencilla, infalible, sin grandes palabras ni frases larguísimas, como alguno de sus contemporáneos alemanes. Y claro, no falla en transmitir lo que quiere transmitir, porque la belleza de sus cuentos no está en su forma, sino en el contenido, ligeramente simbolista y mucho más profundo de lo que parece en la primera lectura. A medida que ésta avanza, el lector se va dando cuenta que no son precisamente relatos independientes: todos los personajes se repiten, Perutz confiere una historia de historias. Una historia dentro de historias, y de hecho, también dentro de su propia historia, pues el narrador escucha atentamente el relato de un estudiante de medicina, que es quién le explica todos los relatos que lee el lector. En cierto modo, encuentro que tiene reminiscencias de Las mil y una nochesy así pues, Perutz se lleva el mérito de haber creado un mundo, un universo, sin que se note el artefacto del artista.

Leer estos cuentos ha significado sumergirme en ellos completamente, olvidarme un poco del mundo que me rodea, sentir que todo lo que explica es verdad, que no verosímil, como me sugieren otras obras. Y eso, señores y señoras, es el sentimiento que tengo cuando leo buena literatura.

Andrea Rovira.
@andreaishere

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SOLTERONA - KATE BOLICK

Solterona es una reflexión sobre la propia identidad como mujer de la escritora. Nos narra en primera persona cómo ha sentido la necesidad de permanecer soltera; de no caer en el matrimonio hasta no haber vivido, haber conseguido ser escritora, o haber estudiado todo lo que quisiera. Y a través de esta reflexión personal, nos presenta la vida de cinco mujeres que le han influenciado en su manera de ver la vida, o le han dado un nuevo valor sobre el que ser crítica. Una nueva identidad como persona, como mujer: solterona. Edna St. Vincent Millay, Maeve Brennan, Edith Wharton, Neith Boyce y Charlotte Perkins Gilman. Autoras relevantes que consiguieron vivir sin la dependencia de un varón.

No es un libro fácil de leer, necesitas acercarte a él en momentos de concentración máxima para analizar toda la información que nos presenta, y es que mezcla su propio relato de vida, con la vida de éstas cinco "despertadoras"; vemos su obra, su cronología, estudia su creación literaria, y la importancia de ser de las primeras mujeres que publicaban columnas en revistas como Vogue o Harper´s bazar. Nos muestra cómo el lenguaje es peyorativo, los diferentes matices de las palabras (inglesas) para referirse a las mujeres solteras, bien porque aún no se habían casado, eran viudas o separadas-divorciadas. Ejemplo, el término spinster (solterona) que surge para describir a las chicas, en su mayoría sin casar, que se dedicaban a hilar como forma de vida, derivando después a ser una voz utilizada para menospreciar. Cualquier término para referirse a las mujeres solteras tiene una connotación de menosprecio. Curioso ¿No?

Un hecho de cambio importante para Kate Bolick, es el momento en el que se da cuenta que a pesar de la independencia que tanto blande como insignia su generación, nunca ha sido realmente independiente. Nunca ha vivido sin el cuidado, la escucha y el consejo, el mimo o la compañía de padres o novios. Sus relaciones se habían convertido en su identidad. Se había dado cuenta, que por muy año 2000 que corría, si fracasaba en su intento de escritora, o no conseguía salir adelante, tenía una vida de escape que los hombres no tenían: el matrimonio. A pesar de que ya no es obligatorio, toda nuestra vida gira entorno a él.

A lo largo de los años que las mujeres solteras trabajasen fuera de casa ha pasado por diferentes percepciones. Así cómo en la Gran Depresión el trabajo se convirtió en derecho y privilegio de hombres, pasó después en la Segunda Guerra Mundial, cuando se necesitan más trabajadores, a un auge de la mano de obra femenina. Ya no estaba tan mal visto.

Ha sido complicado seguir el hilo conductor ya que todas las escritoras y las referencias de autores y obras son de los Estados Unidos, por lo que el contexto en el que se ubica la obra no es reconocido para mí por lo menos, pero las ideas que subyacen son universales. No se juzga igual a un hombre soltero, se le considera soltero de oro, que a una mujer, solterona. Las que no están casadas se cree que no ha tenido suerte en el amor, no se duda que todas las mujeres quieran casarse o tener hijos, no hay opción a que se deba a la libertad de elegir el estado civil de soltera. Su lectura quiere servir para alentar a las mujeres que se encuentran en la tesitura de luchar contra la presión social del matrimonio. Bien por decisión personal o bien porque la vida no te lleva por ese camino. Puedes vivir una vida independiente y plena sin pareja, y para aprender a vivir sola, como dice la escritora, tienes que tener la voluntad de estar sola.

Kate Bolick, periodista norteamericana, colaboradora de publicaciones tan importantes e influyentes como Vogue, Elle, The New York Times o The Wall Street Jounal. Interviene asiduamente en programas de televisión americanos. Solterona ha creado un gran debate en los Estados Unidos convirtiéndose en un auténtico fenómeno literario.

Ángeles Martín.
@Angelesmmartin

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EL SILENCIO DE LAS ABEJAS - GABRIEL BELLOMO

Gabriel Bellomo (nacido en Buenos Aires en 1956), a través de sus diferentes cuentos plasmados en este libro, induce a una sensación. Imprime una incomodidad, un deseo de continuar descubriendo las historias que ofrece y es en ese momento cuando las abandona. Deja las emociones al desamparo y comienza un nuevo relato.

“Mi nombre es Raquel” es uno de estos cuentos, que demuestra descarnadamente el trasfondo de todo el libro. Trata sobre un hombre que dedica sus horas exclusivamente al cuidado de las abejas, a sus panales y su miel. Vive en Carlos Keen, Buenos Aires, y ha elegido una vida ermitaña luego de la muerte de su esposa Virginia. Al enviudar, se avoca a su labor de apicultor sin atender a su propia salud o arreglar el portón de chapa que podría zafarse y lastimarlo. Es un hombre de avanzada edad con un alma desgreñada por su viudez y la muerte de su hijo cuando tenía apenas 7 años. Se nota una necesidad de renuncia a la vida, hasta que irónicamente, entabla una amistad impensada.

Asimismo, el libro comienza con “Máscaras” y termina con “El silencio de las abejas”. Dos cuentos que refieren a sucesos avasallantes de la historia argentina. Es un relato que está construido de una manera particular, es sensibilizante desde un lugar nuevo ya que rodea el problema principal. Muestra las consecuencias y hasta impensables desenlaces de ese mismo problema, de ese episodio que fue la dictadura de 1976 en Argentina, dejando miles de desaparecidos.

En todo el libro, se percibe un halo de inevitabilidad, de fuerza mayor y colapso del equilibrio. Ya sea por enfermedades, desapariciones, desencuentros o misterios, los personajes se dejan llevar por el desenfreno del destino. Algunos se apoyarán repentinamente en la fe, que puede ser tanto en Dios o como en un té curativo. No es un relato desgarrador. A través de la cotidianidad que desarrollan los personajes en relación a las situaciones que les ha tocado enfrentar, se demuestra la profundidad de sus preocupaciones.

Este libro nos hace recorrer un pedazo de la vida de estos personajes, sin resolverla, sin darnos algún tipo de alivio o respuesta. Somos simples espectadores de la inevitabilidad del transcurso de los hechos.

Diana Novoa.
@diananovoa



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LA GRAN ADICCIÓN - ENRIC PUIG PUNYET

¿Es posible desconectarnos de internet, de las redes sociales, de nuestros teléfonos inteligentes, sin sufrir unas consecuencias negativas en el trabajo o en la manera de relacionarnos con amigos, y en el entorno que nos rodea?

¿Cuántas conversaciones has mantenido sobre si internet o los miles de perfiles en Facebook, Instagram, Twitter, Tinder, todo esto te hace más libre, o te esclavizan?

¿Cuántas veces te has pasado frente al ordenador buscando algo en Google, o en una página y le has dado en un enlace, luego en otro, de éste te has ido a otra página y al final tras horas y horas de navegación no recuerdas qué es lo que estabas buscando? ¿Cómo invertimos nuestro tiempo libre? ¿Cuántas veces al día miras tu Whatsapp para ver si alguien ha dicho algo, o miras tu perfil de Facebook, o subes una foto?

¿Usas tu teléfono inteligente para todo? Leer el periódico, o un libro, jugar al Candy Crush mientras vas al trabajo en el metro, ligar…

Seamos sinceros, en cierta manera tenemos una dependencia digital. No hay más que levantar la vista del móvil y fijarte en cómo nos relacionamos las personas. En el metro todo el mundo (casi el 80%) viaja con el móvil en la mano. En las terrazas de los bares, o mesas de restaurantes, mientras te reúnes con amigos o tu pareja para contarte qué tal la vida, se dan varias circunstancias, o bien el teléfono está encima de la mesa, siempre dispuesto o tienes alguna conversación abierta en una red.

Una vez vi un vídeo en que te mostraba cómo podías dejar pasar al amor de tu vida de largo, sólo por, en vez de preguntar a alguien cómo llegar a una calle, buscarlo en Google Maps. Me impresionó darme cuenta de esa realidad, pero pensé que también puede pasar si estoy leyendo un libro en el parque que me está gustando tanto que me hace abstraerme del mundo.

Puede ser que mi acercamiento a este libro sea por algo en mi subconsciente que me diga que tengo que parar. Que me tengo que desconectar. En su lectura reflexionamos sobre todo esto que os he contado y más. Narrada de una manera muy amena y entretenida. De manera clara, nos va exponiendo las preguntas que pretende esclarecer. La hipótesis de si en el mundo actual, y en un futuro más tecnológico si cabe, si es posible desconectarse de internet y sobrevivir.

Nos presenta diez casos reales de personas que un día por diferentes causas, decidieron dejar de lado internet y lo consiguieron. Vemos el caso de Cristina, por ejemplo, y de su experiencia con Tinder y lo que supuso para ella. O vemos como Kaya se dio cuenta que vivimos sin dejarnos llevar, porque siempre está esa foto comentario en redes sociales, que tus padres, jefes o futuros empleadores pueden ver.

«Este nuevo internet, el que nos toca vivir hoy, ya no es ni por asomo una herramienta al servicio de la humanidad, sino que se ha transformado en un sistema que, al contario, pone la humanidad a su servicio. Se nutre de sus anhelos, de nuestra soledad, de nuestro gusto por los demás, de nuestra necesidad de comunicarnos, de nuestro amor por el conocimiento.»

Para mí, ha sido muy interesante su lectura, muy gratificante. Ha sido descrito como a medio camino entre autoayuda y ensayo crítico. Yo me quedo más con ensayo reflexivo. Y es que creo que sería muy recomendable su lectura a padres preocupados por las horas que pasan sus hijos enchufados al ordenador o tablet (vemos el caso de Jon y cómo con alternativas hemos conseguido una mejora social), también para educadores, ahora que tan de moda está tener tablets en las aulas, y en definitiva lectura recomendable para todos, pensemos cómo nos relacionamos ahora y cómo lo hacíamos antes. Nosotros, los que no somos nativos digitales.

Enric Puig Punyet, Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la École Normale Supérieure de París, es escritor, artista y comisario independiente. Creador e impulsor de institutinternet.org y de Enter Forum, espacio para el debate sobre internet y redes sociales. Creador de ensayos fílmicos y de diversos textos, tiene publicado La cultura del ranking (Bellaterra 2015), donde reflexiona sobre la vuelta de los nacionalismos en la era de la globalización.

Ángeles Martín.
@Angelesmmartin


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INVIERNO EN BRASIL - ESTHER RECIO

¿Cuántas veces nos han dicho que la escritura es terapia, que sirve para autoexorcizarse, que es inevitable dejar en ella la huella de quien escribe? Como siempre, ofrecer la teoría es mucho más fácil que mostrarlo en la práctica. En Invierno en Brasil no hay teoría, es todo práctica del manejo del teclado de Esther Recio, medio por el cual sanar. 

Somos Carmen, nada más. Asistimos al momento en que se da cuenta de que no está en su sitio, asistimos a su huida, al abandono de lo externo –relaciones, amistades, entorno – con el fin de encontrarse en lo interno. Viajamos a Brasil con ella, nos hacemos cooperantes, y nos damos cuenta a medida que pasamos páginas de que escapar no es siempre despojarse de lo que se huye. Muchas veces, y eso se demuestra en esta novela, los azotes de cada uno están marcados con fuego en lo más profundo del ser; muchas veces, cambiamos la tierra pero cuando miramos al cielo vemos que este es el mismo, con los mismos nubarrones negros. 

Viajamos a Brasil y conocemos la miseria humana tras sonrisas de incomprensión ante la vida. Allí vemos que la pobreza se puede dividir en la de bolsillo y en la de espíritu, y que no siempre van unidas; incluso al contrario, muchas de las veces cuando una desaparece, la otra crece, y al revés. Nos enamoramos para tener la certeza de que seguimos conservando la ceguera que nos animó a huir del confort ciudadano anterior. Dejamos que nos hieran, seguimos tropezando. Pero también somos sacudidos por la bondad, por la amistad sincera de la cual empezábamos a dudar. Todo ello suma en algo que crece dentro de nosotros, crece en nuestro interior pero sobre todo en el de Carmen, hasta explotar, hasta convertirse en el grito a una playa ajena. 

Invierno en Brasil puede ser la historia de una chica que decide escapar de su ciudad para buscarse en los poblados de Brasil. Sí, puede ser eso. Pero si he querido escribir esta historia como nuestra es porque además de ello hay otras capas de lectura, y la que yo quiero destacar es la que nos muestra la vida de todos los que alguna vez nos hemos cuestionado nuestro camino, de todos los que alguna vez hemos querido quitarnos la máscara, lo hemos intentado y nos hemos dado cuenta de que debajo teníamos otra, y luego otra, y luego otra. 

Víctor González.
@chitor5



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UN AMOR QUE DESTRUYE CIUDADES - EILEEN CHANG

Cada vez que me he acercado a un libro publicado por Libros del Asteroide me he adentrado en una obra preciosa, especial; distinta a cualquier narrativa que puedes leer de manera habitual. La editorial te acerca a obras de literatura de otros países, Inglaterra, Estados Unidos o China como en este caso. Son textos traducidos muchas de las veces por primera vez al castellano, que forman parte de la obra más representativa de autores con éxito. Lo que me hace pensar cuántos buenos libros habrá por el mundo y no llegarán a nuestras manos. Qué suerte tengo de poder descubrir esta literatura, la que te enriquece el alma.

Un amor que destruye ciudades te lleva a la China de los años cuarenta. A una sociedad tradicional, a una familia formada por la madre, los hijos con sus mujeres, las cuñadas, la hija menor y por Liusu, joven y bonita, pero divorciada de su marido. Tiene que sufrir las humillaciones y el desprecio de su familia por haber vuelto al hogar, por haberse separado. El honor y la reputación por encima de la familia, a pesar de las vejaciones y el maltrato de su marido.

Todo cambia en el momento en que la señora Xu media para presentar a un joven rico, Fan Liuyuan, a la hermana menor para arreglar un matrimonio. Decide ayudar a buscar otro marido para Liusu, pero todo se tuerce y quienes acaban enamorados son Liusu y Liuyuan.

Es difícil mantener una historia de amor bajo las presiones familiares, y bajo toda la opresión social. De lo que debo representar en público y lo que de verdad siento. Por ello deciden irse de Shanghai e instalarse en Hong Kong, ciudad más abierta y cosmopolita. Vemos la dureza de romper con las normas y con la educación recibida, y las dudas de si el amor de Liuyuan es verdadero o sólo responde al deseo de que se convierta en su concubina. Y entre medias de este amor, una guerra.

La caída de Hong Kong le había permitido salir victoriosa. Pero en un mundo ilógico, ¿quién podía decir cuál era la causa y cuál el efecto? ¿Para que ella pudiera realizarse, una gran ciudad había tenido que caer?

Interesante ver a través de los pensamientos de Liusu cómo se vive en otras culturas. Cómo cambian las maneras de comportarse según las normas sociales, cómo no sólo te condiciona la gente, tu familia, sino tú misma. Las dudas, los pequeños actos de coraje.

«En tiempos de zozobra, nada era fiable: el dinero, las propiedades, nada de lo que parecía tener que durar para siempre. Lo único fiable era su respiración; también el hombre que dormía a su lado. De pronto, se acercó a él y lo abrazó a través del edredón. Él sacó una mano por debajo y cogió la suya. Se miraron y se vieron con meridiana lucidez. Fue un breve instante de comprensión absoluta, pero suficiente para que vivieran juntos en armonía durante años».

En el libro también nos encontramos con un breve relato: Bloqueados, bellísimo texto en el que se refleja aún más claro lo que venimos contando sobre normas, reputación. Vemos cómo el amor puede surgir en cualquier esquina, pero qué diferentes actuaríamos unos y otros. Cómo actúan nuestros personajes encorsetados en normas morales, si tienen el valor o no a romperlas.

Eileen Chang 1920-1995, Shanghai. Vivió buen aparte de su infancia y juventud entre Shanghai y Hong Kong, para en 1955 irse a vivir a EEUU tras la llegada al poder del partido comunista a China. Autora de diferentes cuentos, libros narrativa y guiones para películas en Hong Kong, aunque gozaba de cierta popularidad su éxito se vio aumentado a partir de la apertura del régimen comunista en los años 90, convirtiéndose en una de las grandes escritoras chinas del siglo XX.

En sus obras podemos ver los sentimientos y relaciones de pareja de una clase media aburguesada, dónde los roles y valores tradicionales están cambiando.

Entre sus libros: La jaula dorada 1943; La rosa roja y la rosa blanca, 1945, Un amor que destruye ciudades, 1947; y Deseo, peligro, 1975, llevada al cine por Ang Lee en 2007.

Ángeles Martín.
@Angelesmmartin



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LA SONRISA DEL ESTRONCIO - JUDITH BOSCH

Si hace unas semanas hubiera querido escribir esta reseña habría empezado diciendo: Bukowski sigue vivo gracias a las manos de Judith Bosch. Pero hoy, que hace unos días tropecé con un libro homenaje a John Fante y descubrí que uno de los grandes – vamos a usar jerga actual – influencers del autor norteamericano fue Fante, debo cambiar eso. Aunque soy un fiel defensor de la ausencia de originalidad – en su sentido más puro – en la literatura, de que todo es intertextualidad, lo voy a decir: John Fante sigue vivo gracias a las manos de Judith Bosch. 

Se escucha y se lee por ahí que la generación actual nunca llegará al punto de humor negro que consiguieron los autores supervivientes de guerras, de catástrofes; los que transitaron sobre todo el siglo XX en su conjunto. Dicen eso porque solo puede mofarse de algo aquel que ha conocido el polvo, ha sabido salir de él y ha conseguido describirlo desde una perspectiva diferente a la lágrima. Los que dicen eso creen que la guerra ha terminado, y creo también que viven apartados del mundo. La guerra nunca termina - mirémonos por dentro - y todavía menos para mentes hipersensibles de autores que buscan reflejar sus ardores, sus miedos y sus rabias para con el mundo desde la parte cómica, que siempre está aunque pocas veces queramos mirar desde ella. Esto lo pude leer hace unos meses en el compendio de aforismos Nein de Eric Jarosinski y que publicó Anagrama pero también en La sonrisa del estroncio, de Judith Bosch y publicado por ella misma. De eso hablo hoy.

Empezando por una especie de Esopo frustrado del siglo XXI, Bosch nos sumerge en microhistorias de animales que representan las taras de la sociedad y que reflejan aquello que no va bien y que seguimos dejando que funcione. Porque en La sonrisa del estroncio hay golpes para todo y para todos, algo que me ha recordado mucho a lo que escribe Luis Goytisolo o a lo que veía Leopoldo María Panero. Hay que coger este libro cuando uno se cree perfecto, inmejorable, para dejar que te despeine, que seas devuelto al pozo, que sigas mirando hacia una luz que a medida que te acercas más parece de neón. 

En La sonrisa del estroncio se juega con todo, pero especialmente con el ser humano y su corrupción – aunque esta palabra ya la tengamos gastada –. Se juega con ello pero también con temas que para muchos son tabú: la muerte, los miedos, el amor, el suicidio. Una de las conclusiones que te dejan estas pequeñas historias, que se van agrandando como nuestros miedos a medida que se pasan las páginas para acabar en dos relatos ya de cierta extensión, es que todo en esta vida es humanizable y, sobre todo, que todo es ironizable. Realismo social, depilación total o tiroteo a bocajarro. Sea lo que sea, para jugar a esto del vivir y no acabar vencido se necesitan ases como este, como La sonrisa del estroncio

Ah, y un aviso, no te sientas culpable porque se te escape la risa. Cuando lo leas me entenderás. 

Víctor González.
@chitor5



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EL LIBRO DE LOS BALTIMORE - JOËL DICKER

En febrero de 2012 Marcus Goldman se marcha a Boca Ratón (Florida) para empezar a escribir su segunda novela. Establece amistad pronto con Leonard, su septuagenario vecino con el que comparte charlas al atardecer, partidas de ajedrez y su deseo de escribir un libro. El reencuentro con alguien de su pasado hará que Marcus le cuente la historia de los Goldman de Baltimore a Leo. Y así comienza a narrar la historia de la “Banda de los Goldman”, cómo todo cambió el día del “Drama” y cómo empezaron a cuajarse los hechos que lo provocarían.

Al ir recordando, vuelve al día de antes en el que su primo Woody tendrá que entrar en prisión. Se reúnen para pasarlo juntos los tres primos Goldman, Alexandra y su tío Saúl sin poder imaginar cómo lo que pasó aquel día influyó tanto en las vidas de todos.

Dos días después recibe una llamada de su tío instándole a volver a Baltimore. Algo grave había sucedido, faltaba poco para que sucediera el “Drama”.

Vuelve a evocar sus veranos y vacaciones con los Goldman de Baltimore. Cómo siente una fascinación por sus tíos Saúl y Anita, por sus casas y mansiones en Baltimore, en los Hamptons y en Miami. Admira el talante, la elegancia, la actitud luchadora de su tío, la de un ganador. Está prendido de su tía Anita, que le trata con dulzura, siempre sonriente haciéndole sentir uno más de los Baltimore. Recuerda cómo Woody entró también a formar parte de los Baltimore y junto a su primo Hillel formaron la "Banda de los Goldman”, un amor fraternal capaz de hacer cualquier cosa por cada uno de ellos. E inevitablemente compara la vida de sus tíos en Baltimore, con su vida en Montclair. Su padre ingeniero, su madre dependienta, el viejo coche que tienen…

También vuelve a su historia con Alexandra, a los inicios de su amor juvenil, y a los inicios de su exitosa carrera como cantante. Marcus fue el único que siempre había confiado en ella cuando ni ella misma tenía fe.

«Sólo tenemos una vida, Alexandra. ¡Una sola vida pequeñita! ¿No te apetecería dedicarla a cumplir tus sueños en lugar de apolillarte en una estupidez de universidad? ¡Sueña, y sueña a lo grande! Solo sobreviven los sueños más grandes. A los otros los borra la lluvia y los arrastra el viento.»

Es difícil comenzar a leer esta nueva novela de Joël Dicker sin estar condicionada por las perspectivas que me creó su anterior libro La verdad sobre el caso Harry Quebert. Y la verdad es que las ha superado. Si el anterior fue bueno, este no se queda atrás aún no teniendo nada que ver en la trama y argumento. Aunque sí hay una coincidencia, y son los saltos en el tiempo. Va de presente a pasado a lo largo del libro, forma de narrar que a mí me encanta y ya me tiene bastante ganada de antemano. Durante todo el libro, narrado desde la voz del protagonista, nos va arrastrando en la historia, devorando cada página y manteniéndonos siempre en la lectura. Tienes la sensación de que parece predecible, sabrás lo que va a pasar, pero las apariencias engañan, y siempre te sorprende, cargada de mini misterios, hasta el final de sus páginas, donde descubres el “Drama” y todo tiene sentido. Lo uno no ha podido pasar sin lo otro. Fantástica narrativa, fantástico libro.

Nos habla de cómo cuando somos pequeños (o no tanto) podemos dejarnos encandilar por un mundo de riqueza, de poder, cómo idolatramos a las personas por su forma de vida aún sin conocer si realmente son felices. En todas las familias siempre hay secretos y no los descubres hasta que eres mayor, o puede que nunca. Y estos secretos hacen que tú te crees una imagen diferente en tu mente a lo que realmente fue. Más o menos ocurre lo mismo con la idea de qué seremos cuándo seamos mayores cuando eres pequeño, y luego lo que realmente eres. Cómo te ves dentro de cinco o diez años. ¿Hacemos todo lo posible por cumplir nuestros sueños? ¿Nos convertimos en lo que queremos ser? Todos estos sentimientos de admiración, envidias, idolatría, serán las que desencadenen las pequeñas circunstancias que provocarán el “Drama”.

Me parece también interesante la idea de cómo las diferentes personas nos enfrentamos a las situaciones trágicas de nuestra vida. Cómo las percibimos y cómo las superamos.

«Déjate del Drama, Marcus. No existe ningún Drama sino varios dramas. El drama de tu tía, el de tus primos. El drama de la vida. Dramas ha habido siempre y los seguirá habiendo, y aun así, la vida sigue. Los dramas son inevitables. Lo que cuenta es cómo conseguimos superarlos.»

Joël Dicker, nace en Suiza en 1985. Es comparado con Stieg Larsson o, con Philip Roth. Tiene escritas varias novelas pero sólo tres han sido publicadas. Los últimos días de nuestros padres, ganadora en 2010 del Premio de los Escritores Ginebrinos; La verdad del caso Harry Quebert, 2013, galardonada con varios premios entre ellos Gran premio de Novela de la academia Francesa, y es elegida por los lectores de El país como mejor libro del año. Y por último El libro 
de los Baltimore.

Ángeles Martín.
@Angelesmmartin

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HARRY POTTER Y EL LEGADO MALDITO (AND THE CURSED CHILD) - JK ROWLING

Por qué The Cursed Child se merece un Avada Kedavra:

Hoy estoy escribiendo esta crítica en mi hora sagrada de siesta. Me gusta mucho dormir, y sin embargo, esta aberración me ha quitado el sueño. Hoy vengo a hablaros de The Cursed Child, sí, la secuela de Harry Potter que se publicó el pasado treinta y uno de julio. Antes de empezar, debo aclarar dos cosas: primero, que esta crítica no va a contener spoilers, y por tanto, ha sido mucho más difícil de escribir que cualquier otra. Sin embargo, sí voy a tener que hablar brevemente del argumento, aunque creo que a estas alturas ya ha dejado de ser un secreto. Segundo, que Harry Potter es mi infancia. Fue el primer libro que leí, con seis años, lloré porque me daba miedo Voldemort, lloré con el final muchos años después, y sigo llorando ahora cuando veo las películas o releo algún pasaje del libro. Así que, en cierto modo, encuentro normal que The Cursed Child me haya decepcionado. Ya dicen que las segundas partes no son buenas.

Como tengo mucho por decir, pero debo evitar los spoilers, voy a comentar solamente dos aspectos: personajes y argumento. Estos están estrechamente relacionados.

Como sabéis, esta secuela trata del hijo mediano de Harry, Albus. El pequeño se siente una oveja negra en la familia Potter, y tiene una pésima relación con su padre, ya que la sombra de la fama de este pesa sobre él y hace que su experiencia mágica en Hogwarts siempre sea comparada con la de su padre. Los dos otros hijos de Harry, James y Lily, no tienen protagonismo en la historia, lo que me lleva al primer punto: Albus, al sentirse solo, sigue siendo un héroe como Harry. En vez de aprovechar los hermanos y hacer un personaje diferente, ya que un hijo único no es nunca como un hermano mediano, el poco protagonismo de los otros dos hace que Albus sea un Harry Potter número dos, aunque no sea un buen mago como su padre. Albus comparte su experiencia con el hijo de Malfoy, Scorpius. Ha sido mi personaje preferido de la “nueva generación”, pero quizás porque resulta ser un Ron inteligente. Como buen Ron número dos, aporta el punto cómico a la historia y hace de contrapunto de Albus. Además, al ser listo, también es un poco Hermione y ayuda al protagonista a superar los obstáculos. También tiene importancia Rose, la hija de Ron y Hermione, aunque sólo es un personaje seco y borde, un poco como la Hermione de los primeros libros.

La segunda generación se alterna con la primera generación (¡menos mal!): Harry, Ginny, Ron, Hermione y Malfoy aparecen a menudo y se nos presenta el punto de vista de nuestros personajes preferidos que han crecido y son padres. Gracias a la primera generación he podido disfrutar un poco más de la obra, aunque me queda un regusto agridulce: aun habiendo podido identificar los personajes originales, me da la sensación de que no han madurado en absoluto. Harry se piensa que puede hacerlo todo solo, Hermione muestra sólo control y frialdad, Malfoy sigue odiando a Harry, Ron sólo hace el papel de tonto. Vale, retiro lo dicho: no es que los personajes del libro hayan madurado, sino que los personajes de las películas no han madurado. Es como si J.K. Rowling hubiese cogido a Ron, Harry, Hermione de las películas y los hubiese puesto en esta obra. Y todos sabemos que en las películas los personajes se quedan cortos. Y Ron, sobre todo, se queda muy, muy corto. Así que, ¡qué decepción leer a una primera generación aún adolescente!

Como he dicho, Albus y Scorpius se ven envueltos en una aventura, que ha sido lo más decepcionante de todo. Puedo aguantar a niños clavados a sus padres y a padres que no han cambiado en veinte años, pero lo que no puedo soportar es que J.K. Rowling, la que un día dio rienda suelta a mi imaginación, utilice un recurso tan fácil: abre de nuevo una aventura que ya creíamos cerrada y vuelve a repetir una problemática que creíamos que ya estaba solucionada (y, además, se parece mucho a una serie de la BBC que hace años que se emite). Albus y Scorpius (este último menos) ignoran que esta trama puede ser peligrosa, ¡y tienen trece años! ¡Trece! ¡Harry, Ron y Hermione con trece años se estaban enfrentando a un Remus Lupin descontrolado!, ¡el sauce boxeador golpeándolos!, ¡descubriendo la trama de los Merodeadores!, ¡y éstos niños no son capaces de pensar que se están metiendo en un lío de cuidado hasta que es demasiado tarde!

Me parece que el principal problema que voy a tener con los nuevos libros del universo de Harry Potter es que lo mejor que hizo J.K Rowling fue crear ese mundo para nosotros, revestirlo de preguntas sin responder y que eso, precisamente eso, fuese lo que a nosotros nos llevase a imaginar, a vivir otro mundo, a fantasear. Al intentar responder esas preguntas de forma oficial, el mundo que cada uno de nosotros ha construido durante tantos años se hace añicos, y solo somos niños obligados a vivir en una realidad que no nos satisface. Y eso es, precisamente, de lo que Hogwarts salvó a nuestro Harry.

Andrea Rovira.
@andreaishere


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LA PELUSA - MARTÍN AROCENA

La pelusa del plátano que envuelve a Montevideo en primavera, desencadena una reflexión profunda y terminal en el protagonista de esta novela. Cada página nos pone en una nueva tensión ya que nos interpela las inseguridades que nosotros tenemos (o pensamos que podríamos tener). Son miedos compartidos, sociales, la famosa “crisis existencial”. El personaje se siente un extraño en su propia vida, en su propia casa y en la relación con su pareja. Ve que ha llegado a los 34 años sin ser dueño del rumbo que han tomado las cosas, se siente encerrado y ahogado en una vida perfecta. 

Junto con la pelusa, la mirada de un niño que está por ser atropellado generan estos pensamientos. Asimismo, recuerda cuando él era un niño y anhela esos momentos en los cuales su madre era lo más importante de este mundo. También recuerda los sueños que tenía de joven, deseos que nos susurran al oído cada mañana que suena el despertador antes del amanecer. Son los deseos del espíritu de ser libres, poder vivir con lo justo y necesario: una mochila y una guitarra. Ser un viajero, un ciudadano del mundo y cargar con todas esas vivencias que deberían ser suficientes para alcanzar lo que se nos ha prometido como meta: la felicidad. 

En esta misión de ser felices, el paso inevitable del tiempo es nuestro peor enemigo. Nuestras ambiciones se desbordan del calendario y puede caducar en una explosión de desilusiones. La depresión del personaje se intensifica en el relato con la descripción de un estado paupérrimo de borrachera y, encerrado en el baño, espía a su propia esposa a través de la cerradura para no ser descubierto. Siente que ese es el momento de actuar, por esta razón no debe permitir que interrumpan sus pensamientos con mundanalidades encegadoras.

Reflexiona sobre el pasado para descubrir cómo ha llegado a ese presente y cómo hacer para cambiar el cauce obvio de los acontecimientos. Piensa en toda esa pelusa que evidencia el cambio de estación, algo muere y algo revive debajo de ella. Es momento de reaccionar.

Diana Novoa.
@diananovoa



la pelusa arocena
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NUBES NEGRAS – DAVID RUÍZ


Dice David Ruíz en su poema ‘Luto’ que «deberían inventar un luto en la alegría / que nos obligue a celebrar las cosas buenas». Ese luto es el que él, sin saberlo, nos hace pasar tras la lectura de Nubes negras, el poemario que publica de la mano de Frida Ediciones.

No es extraño escuchar a los que se hacen llamar “eruditos” de la literatura quejas acerca de la publicación de poemarios por parte de músicos. Quejas sin sentido, porque ¿qué son las canciones sino poemas cantados? ¿No será lo mismo dejarlas sin voz sobre el papel que cantarlas? La poesía, igual que muchos tipos de narrativa, no es más que la terapia del escritor con la que poder extraer aquello que sacude sus entrañas: una herramienta de exorcismo literario. Los músicos, como los escritores, como cualquier tipo de artista, plasma en su obra aquello que en su interior le pide salida. Hoy lo hace alguien que dedica su vida a dar voz a la Maravillosa Orquesta Del Alcohol (M.O.D.A.) y que esta vez ha decidido que la voz de sus letras la aporten los lectores. 

Nubes negras es la búsqueda por parte de David Ruíz de sanar las heridas que provoca el devenir vital en la persona sensible. Loreto Sesma intenta ampliarnos el horizonte con un bello prólogo, buscando salvaguardarnos ante el golpe de las páginas siguientes. Dividido al estilo musical en cara A y cara B, los poemas de David Ruiz van apareciendo como gotas de lágrima caídas en pequeñas cartas. ¿A quién? Ahí reside el secreto: sus poemas lanzan los miedos que le atormentan pero aceptan ser cogidos por cualquier lector y hacerse suyos. Empapados de sentimiento, también pasamos por el compromiso y la crítica social, o incluso musical. Si las canciones en ocasiones nos hacen quedarnos en la parte instrumental, en este caso entramos en lo más interno de una de las voces más aclamadas en esta época de verano y festival.

Como cuando uno asiste a uno de estos festivales, en el que superar los días es duro pero que siempre, al acabar, deja un poso inexplicable de felicidad; Nubes negras golpea fuerte, duele y hace daño, pero con la seguridad de que tras su lectura, como ocurre con los buenos libros, el sabor en boca permanecerá como recuerdo de felicidad. «Volverán las mañanas felices…».

Víctor González.
@chitor5


 
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