INVIERNO EN BRASIL - ESTHER RECIO

¿Cuántas veces nos han dicho que la escritura es terapia, que sirve para autoexorcizarse, que es inevitable dejar en ella la huella de quien escribe? Como siempre, ofrecer la teoría es mucho más fácil que mostrarlo en la práctica. En Invierno en Brasil no hay teoría, es todo práctica del manejo del teclado de Esther Recio, medio por el cual sanar. 

Somos Carmen, nada más. Asistimos al momento en que se da cuenta de que no está en su sitio, asistimos a su huida, al abandono de lo externo –relaciones, amistades, entorno – con el fin de encontrarse en lo interno. Viajamos a Brasil con ella, nos hacemos cooperantes, y nos damos cuenta a medida que pasamos páginas de que escapar no es siempre despojarse de lo que se huye. Muchas veces, y eso se demuestra en esta novela, los azotes de cada uno están marcados con fuego en lo más profundo del ser; muchas veces, cambiamos la tierra pero cuando miramos al cielo vemos que este es el mismo, con los mismos nubarrones negros. 

Viajamos a Brasil y conocemos la miseria humana tras sonrisas de incomprensión ante la vida. Allí vemos que la pobreza se puede dividir en la de bolsillo y en la de espíritu, y que no siempre van unidas; incluso al contrario, muchas de las veces cuando una desaparece, la otra crece, y al revés. Nos enamoramos para tener la certeza de que seguimos conservando la ceguera que nos animó a huir del confort ciudadano anterior. Dejamos que nos hieran, seguimos tropezando. Pero también somos sacudidos por la bondad, por la amistad sincera de la cual empezábamos a dudar. Todo ello suma en algo que crece dentro de nosotros, crece en nuestro interior pero sobre todo en el de Carmen, hasta explotar, hasta convertirse en el grito a una playa ajena. 

Invierno en Brasil puede ser la historia de una chica que decide escapar de su ciudad para buscarse en los poblados de Brasil. Sí, puede ser eso. Pero si he querido escribir esta historia como nuestra es porque además de ello hay otras capas de lectura, y la que yo quiero destacar es la que nos muestra la vida de todos los que alguna vez nos hemos cuestionado nuestro camino, de todos los que alguna vez hemos querido quitarnos la máscara, lo hemos intentado y nos hemos dado cuenta de que debajo teníamos otra, y luego otra, y luego otra. 

Víctor González.
@chitor5



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